Ámbar [Minsung] 🎨

El beso

Hicieron todo el viaje en silencio. Minho entendía que Han no quisiera hablarle y era totalmente consciente de que era su culpa que todo hubiera salido mal. No podía pedirle a Han más paciencia de la que había tenido, ni siquiera para mantener una conversación durante el viaje.

Cuando Minho detuvo el auto, Han apoyó una mano sobre su nuca. Minho se sobresaltó porque no estaba esperando que Han hiciera ningún tipo de contacto.

—Minho. Mirame —Han ordenó y Minho no pudo evitar hacerle caso. Han acercó su rostro al de Minho y lo miró firmemente a los ojos—. No voy a pedirte permiso esta vez.

Han lo besó.

Minho había perdido la cuenta de cuántas veces había deseado esto, cuántas veces había mirado los labios de Han y tratado de convencerse de que necesitaba mantener los límites en su lugar porque los había puesto ahí por una razón.

Le devolvió el beso con desesperación, apretando el rostro de Han en sus manos, queriendo llorar de la sensación que le causaban los puños de Han tirando de su pelo y arrugando su ropa. Dejó que Han lamiera dentro de su boca y mordiera sus labios. Sostuvo la lengua de Han entre sus dientes y tragó cada uno de los gemidos que Han dejó salir.

Por un momento, Minho fue libre.

— ¿Por qué hiciste eso? —preguntó sin aliento cuando Han lo soltó.

—Me estoy haciendo responsable de lo que siento, Minho. ¿Vos podés decir lo mismo?

Han sacó algo de su bolsillo y lo dejó sobre el regazo de Minho antes de bajarse del auto. Minho lo miró cruzar la calle y entrar al edificio hasta perderlo de vista.

Levantó lo que Han había dejado. Era un dije circular, amarillo, que parecía un cristal de ámbar, pero Minho podía distinguir que estaba hecho a mano. En el centro, como un insecto atrapado por la resina, había una piedrita negra con forma de corazón.