Ámbar [Minsung] 🎨

Hyunjin tiene una idea

Para: Felix

De: Hyunjin

(espero que este sea el banco correcto; sería muy vergonzoso si me equivocara)

Gracias por tu carta, me pareció adorable!!! y el pollito es muy lindo, tiene nombre? :)

Sé que podría haberte esperado para conversar personalmente. Pero dejarte una nota sin saber quién sos me pareció más divertido... Así que te propongo un juego: conversemos por cartas y prometo buscarte por todos lados hasta que te encuentre.

Qué te parece? ;)

Si Jisung tenía que leer esa carta una vez más, iba a quedarse ciego. Felix no había dejado de mirarla en las últimas tres horas y cada tanto se la mostraba y señalaba algún detalle para que Jisung lo elogiara, como la forma tan bonita en la que Hyunjin escribía la letra "a" o las florcitas que había pintado con acuarelas en las cuatro esquinas de la tarjeta.

—Es que es muy lindo —Felix decía—. Me parece muy lindo que haya entrado al aula fuera del horario de clases para no cruzarse conmigo así podemos jugar un juego. ¿No es lindo? Yo creo que es lindo.

Jisung amaba a Felix, de verdad, pero la situación estaba siendo un poco excesiva. Ya no estaba de mal humor. Había pasado todo el fin de semana poniéndose al día con los trabajos que tenía que entregar. Había pensado en Minho, no podía evitarlo, pero también le había dicho en su imaginación todas las cosas que no se animaba a decirle de frente y se sentía mucho más aliviado.

No pasaron por el aula de Hyunjin a espiar desde afuera después de clase porque Felix no quería arriesgarse a arruinar el juego. Fueron directamente al comedor y el celular de Jisung sonó cuando estaban haciendo la fila. Balanceó la bandeja vacía bajo un brazo para mirar el mensaje.

Puedo llamarte?

Jisung ya no estaba de mal humor, pero guardó el celular en el bolsillo y no volvió a sacarlo hasta que estuvo sentado en una de las mesas de plástico frente a Felix, masticando un sanguchito. Llamó a Minho sin avisar. Minho ni siquiera lo saludó.

— ¿Tenés planes para este viernes? —preguntó directamente.

—No, ¿por?

— ¿No vas a juntarte con tus amigos?

—No, no van a hacer nada este finde. —Jisung no se había tomado el trabajo de averiguar. Felix asintiendo con la cabeza y señalando la mesa de al lado le indicaba que acababa de mentir.

—Me regalaron una cena para dos —dijo Minho—. ¿Querés venir?

—Si es en uno de tus restaurantes pretenciosos que no sirven hamburguesas, no, gracias.

Minho se quedó en silencio un instante; Jisung pudo escuchar música relajante de fondo.

— ¿Preferirías comer hamburguesas? —Minho preguntó.

—Sí.

—Okay. El viernes paso a buscarte.

Jisung se estaba portando como un nene. Se frotó los ojos y respiró hondo.

—Debería volver a casa después de cenar —dijo—. El mes que viene son los exámenes y necesito dedicarme a estudiar.

—Bueno. —Minho no cortó. Jisung lo escuchó suspirar cerca del teléfono—. ¿Han?

— ¿Sí?

— ¿Querés traer tus cosas para estudiar acá?

Jisung dejó caer la cabeza sobre la mesa. No era culpa de Minho. Nunca habían definido las condiciones de su relación, si podía llamar "relación" a lo que sea que tenían. Él estaba pidiendo demasiado, demasiado pronto.

—Bueno —Jisung aceptó.

—No tenés que hacerlo si no querés.

—Sí... Quiero.