Ámbar [Minsung] 🎨

Felix dibuja un pollito

Jisung se asomó por encima del hombro de Felix para mirar lo que tenía en la mesa: un montón de papeles y lápices de todos colores.

— ¿Qué estás haciendo? —preguntó.

Dejó su mochila en el piso y se sentó a su lado mientras Felix levantaba la tarjeta para mostrársela. Era una hoja de color amarillo pastel que había recortado en forma de corazón. En una esquina había dibujado una cara de pollito con una flor rosa en la cabeza, y había escrito algo en el centro de la tarjeta.

— ¿Estás en artes visuales o en el jardín de infantes? —dijo Jisung. La sonrisa orgullosa de Felix se transformó en un puchero. Jisung se rió—. Está hermosa. Hyunjin va a pensar que sos adorable.

—Porque lo soy. —Felix sonrió y dio palmaditas en su propia cabeza—. ¿Y Minho?

—No, no diría "adorable" exactamente...

Jisung sacó de su mochila la carpeta de dibujo y se puso a trabajar. Tenía tarea pendiente que no había terminado la noche anterior porque estaba ocupado poniéndose triste. Miraba el teléfono cada cinco minutos y Minho seguía sin llamarlo. Llevaba seis días así.

—Quiero decir, ¿cómo anda? —dijo Felix.

—No sé... No lo veo desde el viernes pasado.

— ¿Le escribiste?

—No quiero molestarlo.

Si Minho no lo buscaba, era porque no quería verlo. Lo que para Jisung significaba que él era demasiado poco para alguien como Minho y probablemente había encontrado a alguien mejor, alguien que supiera cómo vestirse para salir con él y que tuviera suficiente práctica en la cama. Jisung no tenía chance.

Felix metió la mano en su bolsillo y robó su celular. Jisung quiso frenarlo, pero Felix ya estaba en la esquina del aula, buscando el contacto de Minho.

— ¡Debe estar ocupado! —Jisung se quejó— No quiere hablar conmigo.

—No, no voy a dejar que te hagas esto a vos mismo.

Felix dejó el teléfono en la mesa y volvió a sentarse. Le había enviado un mensaje bastante inofensivo: un saludo y un emoji de pollito que Jisung no hubiera elegido, pero podía dejar pasar.

Como todos los días, Jisung lo siguió al patio después de clase, porque Felix tenía la costumbre de espiar a Hyunjin desde afuera. Esta vez, Felix venía abrazando su tarjeta e inflando sus cachetitos colorados, y esperó a que el aula quedara vacía para meterse por la ventana.

Jisung recibió una llamada de Minho.

— ¿No podías escribirme? —saludó.

—No tengo tiempo para esas cosas —contestó Minho—. ¿Qué necesitabas?

—Um... Estaba pensando... ¿Podemos vernos? —Jisung aguantó la respiración y se preparó para ser rechazado.

—Bueno.

— ¿De verdad?

—Sí. —Hubo ruido del otro lado, como si Minho estuviera moviéndose, y cuando volvió a hablar su voz se escuchaba más clara—. Estaba esperando que lo propusieras.

— ¿De verdad?

Minho se rió de él.

—Sí, de verdad.

— ¿Por qué no lo propusiste vos? —Jisung quiso saber.

—No tenía nada para devolverte. Arruinaste mi excusa cuando no quisiste prestarme ropa la última vez que fui.

— ¿No podías llamarme y decir "tengo ganas de verte"?

Minho ignoró su pregunta y cambió de tema:

— ¿Estás libre esta noche?