Llegaron al parque. Caminaron en silencio por uno de los senderos hasta que cayeron las primeras gotas de lluvia. Minho lo miró sorprendido y Jisung salió corriendo.
Durante el día, la calesita al final del parque era todo luces y ruido, pero estaba apagada ahora, quieta y en silencio; casi no destacaba contra el cielo oscuro. Jisung se metió entre los animales de madera y escuchó a Minho siguiéndolo, sus pies golpeando el pasto húmedo.
Se subió a uno de los caballitos y Minho subió con él, sentado al revés, con su espalda sobre el cuello del caballo. Era un lugar muy chiquito para sentarse juntos; las piernas de Minho sobre las suyas lo mantenían calentito.
—Estuve pensando en algo esta semana. —Jisung acarició las rodillas de Minho, habló sin mirarlo—. Podés decirme que no, pero... ¿Viste que me gusta dibujar? —Minho hizo un ruidito de asentimiento—. Pensé que, si no tenés a otro artista que lo haga, puedo ilustrar la portada de tu nuevo libro. Sería un regalo.
—Han...
—No, está bien. —Jisung sacudió la cabeza—. No importa.
Minho acarició sus muñecas hasta que Jisung levantó la vista.
—Han... —Minho entrelazó los dedos de ambos—. No estoy listo para decirte de qué se trata el libro. Ni cuál es mi seudónimo.
Jisung lo miró a los ojos y estaba seguro de que Minho podía ver en los suyos todo lo que sentía por él. Era imposible que no lo supiera y tenía que ser imposible que no le importara. Quería creer que Minho le tenía cariño, que se preocupaba por él, aunque sea un poco.
Aunque no fuera capaz de demostrarlo.
— ¿Para qué más no estás listo, Minho? ¿Para admitir cuando algo te gusta? —Jisung soltó sus manos—. ¿Para definir nuestra relación?
—Han...
—Ni siquiera me dejás besarte, Minho. Y cuando estás en mi departamento no querés quedarte a dormir. Y no sé nada sobre vos. Pero... —Jisung vio las lágrimas cayendo sobre el lomo del caballito. Por un segundo se preguntó si era la lluvia, incluso bajo el techo de la calesita—. Pero vas a buscarme para que pase todos los fines de semana con vos. Y me dejás usar tu ropa y me hacés regalos. Me tratás como... —Como si me quisieras—. Me estás confundiendo, Minho. Se está volviendo muy confuso.
Minho volvió a agarrar sus manos y las sostuvo contra su pecho.
— ¿Por qué no me dejás besarte, Minho? Quiero entender... Quiero entenderte.
Minho tiró de sus brazos y Jisung se dejó caer sobre él.
—Han... Escuchame —dijo, pero se quedó en silencio, acariciando su espalda.
Jisung escuchó la lluvia, sintió el latido del corazón de Minho cerca del suyo, esperando a que Minho hablara.
—De todas las personas a las que invité a mi cama, ninguna se quedó a dormir, solo vos. A ninguna abracé durante la noche. A ninguna invité a pasar el día conmigo. —Minho besó su mejilla—. Solo vos, Han.
— ¿Por qué? —Jisung murmuró, escondido en el cuello de Minho.
—Te quedaste dormido, no me diste mucha opción.
Jisung le dio un golpecito en el pecho, sacándole una risita.
—Porque quería estar con vos un rato más —admitió Minho. Suspiró, sin dejar de acariciar su espalda—. Para mí también es confuso.
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Ámbar [Minsung] 🎨
FanfictionJisung va a una cita a ciegas. Minho no es lo que esperaba. 😳 "-Te olvidaste algo en mi casa esta mañana -Jisung se sonrojó. Lo único que había dejado en la casa de Minho era su ropa interior-. Si querías una excusa para volver a verme, está funcio...