Capítulo 32

907 45 14
                                    

Aiden

Me despierto tranquilo y relajado como no lo había hecho en días, tengo a mi ángel sobre mi pecho y la bebé está dormida en su cuna. Durante la madrugada se despertó dos veces pero yo fui el encargado de alimentarla y sacarle los gases mientras su madre nos veía con una sonrisa en ese precioso rostro que tanto amo, la experiencia me hizo sentir como un papá y me imaginé que sería de esa manera cuando Hannah diera a luz a nuestro bebé, la situación entre nosotros es diferente pero quiero estar con nuestro hijo en todo momento.

Dormí hasta muy tarde y decidí que hoy no iré al bufete, me quedaré aquí a pasar el día con mis dos angelitas. Primero debo pasar por el hotel a cambiarme de ropa e ir a visitar a Hannah aunque no quiera verme, debo estar atento si comió y si se tomó las vitaminas. Me levanto sin hacer ruido y me ducho en el baño del pasillo para después colocarme mi ropa, le doy un beso a mi ángel y luego a la bebé para salir rumbo a mi habitación de hotel. Después de ducharme de nuevo, me alisto para ir al supermercado a comprar comida para dejarle a Hannah en casa, necesita comer frutas y verduras, también coloco en el carrito algunas cajas de té y las galletas de avena que tanto le gustan. Me encamino en mi auto hacia el departamento porque quiero hacerle un desayuno nutritivo y también hacer las paces con ella, quiero a esa rubia aunque ya no como mujer sino como amiga y madre de mi hijo, por eso quiero que esté bien y sé que el embarazo no ha ido como quisiéramos por los malestares que ha tenido y menos después de enterarse de lo que hice. Quiero que Hannah trate de disfrutar de su embarazo a pesar de todo.

Llego al estacionamiento y bajo las bolsas de las compras, voy pasando por la recepción en donde veo a un hombre rubio hablando con Ron.

-Buenos días. -digo para ambos que contestan al unísono- ¿Mi esposa sigue en casa, Ron?.

El chico pone cara de circunstancias y no me contesta.

»Ron, espero tu respuesta.

-Si, Ron, dile si Hannah está en casa. -habla el rubio mirando fijamente al hombre de la recepción.

Escuchar su nombre de la boca de ese hombre me hace fruncir el ceño porque no lo conozco.

-Disculpa. ¿Conoces a mi esposa?. -le pregunto confundido porque conozco a los pocos conocidos de Hannah y definitivamente este hombre no está entre ellos.

-Así es, soy Isak Hanssen. -dice estirando la mano que estrecho cuando cambio las bolsas a mi otra mano.

-Aiden Kang. 

-Hannah y yo nos conocimos en Lofoten en la excursión para ver la aurora boreal. Vine a visitarla pero me informan que no está. 

Veo a Ron que me mira apenado.

-Señor Kang yo…

-¿Hannah salió y no me avisaste?. Te dije que debías informarme cuando saliera de casa, es peligroso que salga en su estado. -hablo molesto porque le pedí el favor de informarme cuando ella saliera.

-Ella no ha salido es que…

El tal Isak interrumpe al portero.

-Me dijiste hace un momento que ella no estaba en casa. -refuta el rubio serio.

-¿En este momento está o no en casa, Ron?. -pregunto empezando a molestarme por esta situación.

-Si señor, la señora Hannah está en casa y no ha salido desde que usted salió con ella. -responde Ron avergonzado- Disculpe, señor Hanssen, solo hacia mí trabajo.

El hombre asiente y le sonríe.

-¿Puedo subir con usted, señor Kang?. Me encantaría saludar a Hannah y saber cómo está, me ha comentado que el embarazo no le ha sentado bien. Nos encontramos el miércoles en el hospital cuando fue a su chequeo.

Estúpido AidenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora