Estúpido Aiden

Capítulo 34

Ángela

Ver caer a Aiden, es experimentar un susto de manera lenta, que me llenó de mucho pánico y no pude evitar caer con él.

-Ángel, no veo nada. -dice y luego se desmaya.

¡No!.

-Aiden, Aiden. -palmeo su cara pero no reacciona- Kang, no me asustes asi. Despierta.

Todos están en shock y Liam se mueve a llamar a la ambulancia, mientras que Ang y el señor Kang revisan su pulso. Todo se vuelve un caos en la oficina cuando llegan los paramédicos y se lo llevan, Ang y Soo se van con él, Liam se va con papá y el señor Paul, Derek no deja que vaya con ellos porque estoy muy nerviosa.

-Debes calmarte, belleza. -habla tomando mi cara entre sus manos- Vamos al hospital en mi auto pero necesito que te tranquilices. 

Asiento y lo abrazo porque estoy muy asustada.

-Estará bien. -digo para mí misma- Cuando se despierte le voy a patear el culo por no confiar en mí.

El pelirrojo sonríe con malicia y vamos al auto. El susto se me pasa poco a poco y ahora que analizo mejor, estoy furiosa con Aiden, con todos a nuestro alrededor y hasta conmigo misma por no estar más tiempo con él para evitar que esto sucediera, esto me dió la seguridad que me faltaba para hacer lo que tenía pensado hace semanas, cuando hable con Lorena, mi antigua asistente del bufete en el que trabajé en Escocia. Esperaré a que el asiático estúpido al que quiero se recupere y le daré la noticia yo misma, es una manera de que todo vuelva a la normalidad y ya dejen de estar discutiendo unos contra otros, he estado enfocada en mi hija pero no me pasa desapercibida la situación, porque mamá está en mi casa ya que papá no le habla y a mí tampoco, Ang nos dirige la palabra cuando es necesario pero si visita a la bebé cada que puede, solo van a visitarme seguido Maddy con Zoe y mi sobrina, también el señor Kang y Derek; ya que a Soo hace semanas que no la veo y todo esto me duele pero centro mi atención en mi bebé. Cuando llegamos al hospital aún no han dado noticias. Me voy a la sala de espera con los demás y me siento alejada con Derek a mi lado.

-¿Llamaste a tu madre para saber cómo está Ellie?. -pregunta mi amigo.

Le dice Ellie a mi bebé y no importa cuántas veces le diga que ese no es su nombre no me hace caso.

-No, no quiero preocuparla.

-Llámala, me escribió para decirme que no le contestas el teléfono. -me muestra el mensaje.

-Dejé el teléfono en la oficina. -digo revisando mi cartera y no lo encuentro- Voy a llamar de aquí.

Le quito su teléfono, me levanto y llamo a mamá, le pregunto por mi hija y me dice que está recién bañadita tomando su biberón lo que me hace reír porque ya sé que después se quedará rendida, le comento lo que pasó y se preocupa pero le digo que se quede en casa que yo la mantendré informada. Regreso a mi asiento mientras siento la mirada de todos sobre mí pero no los miro, le entrego el teléfono a Derek.

-¿Ellie está bien?. -pregunta guardandose el teléfono en el bolsillo de la chaqueta.

-Si, está recién bañada y ahora está comiendo, dentro de un rato estará rendida. -contesto sonriendo al recordar a mi preciosa bebé- La extraño, está semana me ha hecho mucha falta durante el día.

-Lo sé, se te ven las tetas más grandes cuando te hace falta. -dice riendo.

-Idiota. -le pego en el brazo.

-No entiendo cómo eres mamá de Ellie si eres tan agresiva y ella es todo un amor.

Me río de lo que dice, le tiene miedo a la bebé y solo la toca pero no la carga porque le asusta aplastarla o que se le caiga, a mi pequeña le gusta porque cada qué lo ve sonríe viéndose adorable y yo lleno el teléfono más cercano de fotos de ese momento, ya sea el mío o el de Derek. De repente llega un médico llamando a los familiares de Aiden Kang y todos nos ponemos de pie.