Capítulo 14

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Angela

-¿Y cuándo sale tía? Ya quiero jugar. -me dice mi pequeña con el oído pegado a mi panza mientras rodea mi cintura. -Hola bebé soy Abby, tu hermana mayor.

Sonrío acariciando su cabello.

-Aún falta princesa, debe estar fuerte para poder estar con nosotros. 

-Pero ya yo quiero verlo. -hace un puchero- mi papi dijo que debía cuidarlo y enseñarle a nadar.

-Así es, tú eres la mejor nadadora que conozco y sé que le enseñarás muy bien.

-El tío Aiden también es muy bueno pero el dice que yo soy mejor. -responde orgullosa.

El tío Aiden. 

-Vamos cariño nos faltan por ver los leones.

Tomo la mano de mi sobrina y seguimos el recorrido, la traje al zoológico para darle tiempo libre a mi hermano con su esposa ya que ha estado tan atareado que no ha tenido tiempo de relajarse, hace tres semanas estoy en casa de mis padres que me han consentido tanto o más de lo que lo hacen con Abby pero ha sido muy agradable compartir con ellos y los Kang aunque extrañe mucho a Aiden, fue peor el remedio que la enfermedad porque ahora que sé lo que es estar entre sus brazos estoy consciente de lo que no podré tener y para mí ese día especial no fue suficiente, yo quiero más pero tendré que conformarme.

Tiene esposa y aunque sea una víbora merece respeto.

Sigo el paseo con mi pequeña por el zoológico luego a comer hasta que nos cansamos y vamos a casa. Al llegar me encuentro con los Kang que están tomando el té con mis padres.

-Buenas tardes. -saludo al entrar y el señor Paul se levanta rápido para ayudarme con Abby que se quedó dormida en el taxi. -Gracias, está muy pesada está niña.

Saludo a todos con un beso y me siento al lado de mamá a descansar y me abraza.

-¿Tienes hambre cielo? -pregunta mami Di.

-Mucha mamá. -todos ríen por mi respuesta- Estoy comiendo demasiado estás últimas semanas.

Comí hot dogs con Abby pero eso no fue suficiente para el apetito voraz que tengo sin contar el sexual que no tengo cómo calmarlo, he estado tentada varias veces a ir con Derek.

-Cielo eso es normal, yo con Aiden comía a todas horas y el pan era mi delirio porque nunca me cansaba de comerlo. -relata Soo- Paul en ocasiones debía ir en la madrugada a algún supermercado a comprar cualquier clase de pan que consiguiera porque sino no podía dormir pero no me puse cachonda como otras mujeres eso sí nunca me sucedió. ¿A ti sí?.

Papá pone los ojos en blanco y los demás reímos, mi querida Soo no cambia pero así la quiero.

-Me reservaré esa respuesta. -respondo.

-Mejor así, no queremos que le dé un infarto a tu padre. -me dice el señor Kang y sale a llevar a mi sobrina a mi habitación.

-Vamos a darte de comer. -habla mamá y me voy con ella a la cocina.

Voy a la nevera y saco algunas fresas que como mientras mi mamá calienta la comida.

-Angela. -me llama y volteo a verla- ¿Por qué estás triste?.

Me sorprende su pregunta, eso era lo último que me esperaba.

-No estoy triste mamá. -contesto hablando lo más segura que puedo.

-Te conozco aunque no te llevé 9 meses en mi vientre sé que…

-Eres mi madre. -la corto porque no me gusta que diga esas cosas, ella y Soo son mis madres- Solo estoy estresada mamá, necesito distraerme.

Estúpido AidenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora