Capítulo 22 - Roto

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Tan pronto como se dio cuenta de que Bellatrix ya no estaba en la cama, Hermione comenzó a entrar en pánico. La niña supo de inmediato que él la había llamado para castigarla. En ese momento, el Gryffindor hubiera preferido mil veces que no hubieran podido destruir el horrocrux. La chica se levantó, se puso el vestido del día anterior y salió de la habitación con cara de preocupación.

<< Dormiste bien ¿Sucio? »

Hermione dejó escapar un gran suspiro de alivio cuando vio a la mujer sentada tranquilamente en su silla leyendo un libro.

" Qué tienes ?

"Nada... solo estaba asustada", respondió Hermione, dejándose caer en el sofá.

"¿Miedo de qué?" preguntó Bellatrix desconcertada, dejando su libro a un lado.

- Miedo por ti, soltó ella en un suspiro.

"¿Y por qué temías por mí?", preguntó ella, frunciendo el ceño. - Vi que ya no estabas en el

cama... temí que te llamara...

Bellatrix le dio a Hermione una sonrisita tranquilizadora antes de tratar de relajar a la chica.

- Si no fueras una marmota que duerme hasta pasadas las once, me hubieras encontrado en la cama al despertar. Suciedad...

Hermione puso los ojos en blanco.

- Me aseguraré de levantarme más temprano la próxima vez.

Bellatrix sonrió.

- ¿Quién dice que habrá una próxima vez?

Hermione se sonrojó mirando hacia abajo y Bellatrix se rió.

-Creo que voy a ir a alistarme para almorzar esta tarde, dijo ella, levantándose.

Bellatrix frunció el ceño.

- ¿Porque piensas pasar tu primer enero en el salón grande con los demás?, preguntó ella algo molesta.

- Si porque ? ¿Qué vas a hacer?, dijo Hermione, levantando una ceja.

-Estaba planeando pasar el día en la cama... y pensé que te gustaría quedarte conmigo... pero al parecer me equivoqué, dijo con voz seductora, jugando con su cabello.

- ¿Por qué te levantaste si quieres pasar el día en la cama?

"Tal vez porque quería que me llevaras allí como lo hiciste anoche..." dijo Bellatrix en un susurro, mirando a la chica.

Hermione miró a la mujer que se levantaba lentamente y que con las yemas de los dedos venía a desabrochar el cinturón de su ligera bata de seda antes de dejarla deslizar sobre sus hombros. La suave tela negra cayó al suelo, revelando el cuerpo completamente desnudo de Bellatrix ante los ojos de la joven, ojos que se llenaron de profundo deseo. Una sonrisa carnívora se dibujó en el rostro de la bruja de cabello color ébano que avanzó lentamente con su paso felino hasta quedar a unos centímetros del cuerpo de Hermione. La mujer pasó los brazos por detrás del cuello de su alumno y llegó a capturar su boca en un beso febril en el que ambos se perdieron. Bellatrix tomó un ligero empujón y envolvió sus piernas alrededor de la cintura de Hermione. Sin dejar los labios ensangrentados, la niña llevó a la mujer a la cama con sábanas negras.

Pasaron todo el día juntos en la cama de la bruja oscura, dándose placer el uno al otro, y finalmente se quedaron dormidos uno en los brazos del otro.

A la mañana siguiente, Hermione se despertó con un ligero dolor en la espalda, rápidamente se dio cuenta de que Bellatrix estaba acariciando la yema del dedo de los pocos rasguños que se había grabado en la espalda el día anterior.

Una estrella perdida en la oscuridadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora