Nerviosa, pulsé el botón de enviar. La solicitud estaba echada. Lo más probable era que no me cogieran, pero por intentarlo no pasaba nada. La London Dance Academy. De las más prestigiosas de Europa, decían los críticos más famosos del mundo. Mis padres no estaban muy convencidos de dejarme ir hasta Londres a seguir mi sueño. Pero entre mi tía, que vivía en la ciudad, y mi profesora de baile de la isla, acabaron convenciéndoles. Y fui la niña más feliz del mundo. Hasta que vi que las probabilidades de entrar eran muy difíciles.
Como siempre, decidí tirarme a esa piscina. Sin saber si estaba llena o vacía, yendo completamente a ciegas.
–¿Segura de esto Colu? – preguntó mi hermano mayor.
Asentí.
–Demasiado segura.
Mi seguridad hizo que sonriera. Al igual que mi abuela, quien fue la primera en hablarme de esa escuela tan lejana para mí.
Muchos kilómetros nos separarían a mi y a mi familia. A parte de mis amigos. Pero mis sueños siempre fueron por encima de todo y todos. Y ese sueño era ser bailarina. Toda una vida dedicada a la danza no podía derrocharse. Tenía talento, decían mis profesores. Las medallas en competiciones locales y nacionales lo demostraban. Llenaban una estantería de mi cuarto.
–Pues suerte entonces. Ya te veré en Londres.
Solté una leve carcajada. Aimar sería una de las personas a quien más añoraría en Inglaterra. Eso estaba muy pero que muy claro.
–Espero que me veas triunfar en Londres – dije, algo insegura.
Posó sus manos en mis hombros y suspiró.
–Claro que lo harás. Pero nunca te olvides de donde vienes. Acuérdate de la isla, aunque no sea tu sitio favorito.
Asentí. Después de Pedro y Noelia, él era quien más me conocía. El que más de la familia. Leía mis pensamientos con facilidad, al igual que yo con él.
–Y tú nunca te olvides de que tienes una hermana en Londres.
Oí su risa detrás de mí. Estaba de pie enfrente de la silla, mientras yo sentada no paraba de mirar el correo electrónico asegurándome de que estaba enviada mi solicitud. Mejor prevenir que curar.
–¿Lo sabe? – preguntó de repente. Supe a quien se refería. No era muy difícil adivinarlo.
Negué, aún mirando la pantalla atenta.
–Solo Noelia. No quiero que ni él ni los chicos se emocionen o me hagan ilusiones con el tema para que luego no me acepten.
–Te aceptarán.
Eso era algo muy difícil. Miles de personas solicitaban cada año de toda Europa. En España nunca cogían a más de diez personas, aunque las solicitudes llegaban hasta las mil o dos mil por lo menos. Siempre aceptaban a gente de distintos puntos de Europa para que fuera más diverso.
–No me hagas ilusiones tu también.
Si me hacían ilusiones, el golpe sería mayor.
–Solo suelto verdades, como lo haría tu amigo – dijo refiriéndose a Pedro.
Siempre, pero siempre, decía 'tu amigo' cuando hablaba de él. En cambio, con Juseph o Sergio siempre les llamaba por su nombre. No le entendía, pero era Aimar. Raro de por sí.
–Me voy enana. No te vuelvas loca mirando la pantalla del portátil mientras no estoy, por favor. Amenazo con llamar a tu amigo.
Me giré para darle una mirada un tanto asesina. Pero siempre con amor, claro.
La vida iba a cambiarme, me dije. Eso esperaba, también pensé.
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Personajes
Pedro Domínguez Quevedo
🤍🎆🌐🇮🇨
Respuesta Cero – Quevedo
.
Columbia Pedrosa
☀️🩵🫀🩰
Columbia – Quevedo
.
Sergio 'La Pantera'
🖤💣🧭🥊
London Blue – La Pantera
.
Kevin 'Juseph'
🤎🦂🏛🪐
Chamaquita – Juseph, Quevedo
.
Hugo Díaz
🕺🎩🗝🧋
Tenerte – Cano
.
Noelia Reyes
🪼🤍🧭🪬
AMARGURA – Karol G
Y más que aparecerán y/o están en mi Instagram
Estreno: antes del 14 de julio.
©️ Está prohibida la copia o inspiración a esta historia. En caso de que se pretenda usar algo de la historia, es conveniente y obligatorio hablarme al privado de Wattpad o por alguna de mis redes sociales. En caso de no ser así y se cometa un plagio hacia mi historia, me veré obligada a tomar medidas. Gracias.
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COLUMBIA | Quevedo
FanfictionColumbia quiere triunfar en el baile. Eso siempre lo ha tenido claro. Dejará atrás su isla, su familia y amigos. También a él. A Pedro, su mejor amigo prácticamente desde que nació. Pero su sueño está por encima de todo y todos. Y no parará hasta co...