Solo quiere salir y de nadie depender

1.6K 121 34
                                    

Columbia

Nueva York.

No podía dejar de pensar en Carson. En como me gritó, como pensaba que quería ir a mi casa a acostarme con un chico al cual casi desconocía. Era mi cantante favorito, con el cual tuve un pasado en común. Pero ahora no sabía nada de él excepto las letras de sus canciones. Las publicadas y todas esas canciones filtradas en YouTube. Con las cuales me hice una lista para poder escucharlas en el móvil. Me volví fan de las canciones de Quevedo. Aunque en un pasado, no muy lejano, mi corazón perteneció a Pedro.

El timbre sonó, indicando que las clases habían terminado por hoy. No presté mucha atención en esa clase, eran presentaciones de proyecto. Yo ya hice y presenté el mio con unos compañeros de clase la pasada semana. Por lo que iba a clase por ir. Para que no salieran demasiadas faltas de asistencia en el expediente. Ya que había venido a la otra punta del mundo, debía aprovecharlo.

Cerré el IPad y lo guardé en el bolso negro que llevaba para la universidad. Me lo regaló Hugo cuando supo que vendría a estudiar aquí. Mi amigo estaba dando una gira europea con el musical de El Rey León, el cual lo petaba en cada teatro al que iban. Llevaba sin verle presencialmente desde que me mudé a La Gran Manzana. Pero hacíamos videollamadas con Aya, Rodri y Mimi casi cada semana.

Bajé las escaleras y salí de aquella abarrotada clase. Me hice un hueco entre la marabunta y logré llegar al jardín de mi facultad. Era minusculo y siempre estaba lleno de gente. Aquel día no cabía ni un alfiler.

¿Por qué había tanta gente hoy? Me pregunté. No era común que hubiese tanta gente por los pasillos. Ni por los alrededores. Algo tendría que pasar porque no tenía sentido alguno nada de lo que estaba ocurriendo.

-¡Cols! - el grito de Asher hizo que me girara.

Asher. Uno de los chicos con los que hice la presentación de clase. Afroamericano, muy alto y con ojos miel. Iba con una camisa blanca y unos pantalones chinos beige. Era conocido por ir siempre bien vestido a clase. Y con razón, estudiaba Arte creativo y diseño siendo hijo de una de las empresarias más conocidas de la ciudad. Bárbara Saint-Claire, era conocida por ser amiga y socia de ‎, el principal e icónico rostro de la Met Gala.

Me acerqué al chico como pude, ya que la gente estaba aglomerada esperando en la puerta a alguien.

-Ey - saludé, ahora ya al lado del chico -. ¿Cómo estás? - pregunté en inglés.

Desde que empecé a estudiar en Londres mi inglés se perfeccionó tanto que según Aya parecía nativa. Yo no me lo creía mucho, era simplemente de tanto hablarlo que al final vas perfeccionándolo cada día. Pero ni de lejos se parecía al de un nativo, como Asher. Cuando hablábamos se notaba.

-Bien - murmuró -. Se ve que ha venido no sé qué artista famoso y la gente quiere verlo - me informó.

Asentí levemente.

-Wow, pues menuda se ha liado.

Fuimos caminando como pudimos para alejarnos de la zona universitaria. Para acabar en Central Park tomándonos un batido de chocolate y nata. Había un puestecito cerca del estanque que era conocido por ellos. Y como para no, porque eran deliciosos. Y encima estaban bien de precio.

-Al final con Carson que - dijo y solté un sonoro suspiro.

Lo habíamos dejado. Justo la noche del marco, le envié un mensaje. Cortando cualquier tipo de vinculo sentimental con él. No quería ni ser su amiga después de las acusaciones sin sentido que hizo.

-Para que me acuse de cosas que no son, yo paso de seguir con lo que fuera que tuviéramos.

Asher asintió.

COLUMBIA | QuevedoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora