CUARTA PARTE
Cuenta atrás
Dicen que uno no puede huir del destino. Pero ¿Quién decide tu destino? Eso siempre fue una gran pregunta que los chicos se hicieron de pequeños. Cuando pasaban horas y horas charlando mientras miraban el techo. Las fotos y esa mariposa azul, que ambos, sin que el otro lo supiera, se habían tatuado durante ese verano.
Agosto había llegado. Y con ello, el principio del fin del verano. Uno que fue mágico, sin ninguna duda. Paseos por la Playa del Inglés de madrugada, contándose anécdotas sobre como fueron esos años sin el otro. Noches en vela, conociéndose más. Saliendo con sus amigos y disfrutando de todos los momentos que cuando eran adolescentes no vivieron.
Él no quería que ella volviera a marcharse al final del verano. Porque había dicho que acabaría el curso desde la isla, pero en ningún momento dijo que se dio de baja o algo así. ¿Volvería a irse a la Gran Manzana en septiembre? Era lo único que el canario se preguntaba por las noches. Cuando su novia, algo que le encantaba decir a los cuatro vientos, descansaba en su pecho después de besar, lamer y tocar cada centímetro de su piel.
Ella, sentía que la isla comenzaba a acogerla. Pero había algo que no acababa de agradarle. Su cara se hizo viral por redes. La gente se preguntaba quien era ella. Si era una simple amiga o algo más. Pero todos especulaban que era la pareja. Por como él la protegía y le cogía la mano.
–He pensado – dijo el chico, provocando que la de rizos le mirase –. Podríamos irnos unos días, tu y yo. Desconectar de todo.
No era una mala idea, pensó Columbia. Aunque en su mente solo rondaba una cosa. Como iba a decírselo. No era fácil. Noelia, su mejor amiga, no paraba de decirle que tenía que contárselo ya. Que todos los miembros del grupo de amigos lo sabían menos él. Porque ella quería tiempo. No quería que se acabase ese verano idílico junto al canario.
Sabía que cuando llegara septiembre, las cosas cambiarían entre ellos. Solo que todavía no sabía si para bien o para mal, aunque se lo intuía.
–Guay, estaría bien – le respondió –. ¿Dónde?
Pedro se acomodó mejor, ganándose la mirada de la chica.
–Fuera de España, donde quieras.
–¿Dónde quieres tú?
–Donde tu estés. Siempre.
La chica sonrió y mordió levemente su labio.
–¿Italia?
Pedro se lo pensó. Italia, estaba cerca y era bonita. No estaba nada mal para pasar unos días de desconexión con la chica de su vida.
–Italia pues – accedió –. ¿Alguna parte en específico?
La chica no dudó. Quería ir a Roma.
–Roma – Pedro sonrió.
–Roma, Italia. Tu y yo. ¿Qué puede salir mal?
Muchas cosas Pedro, muchas cosas.
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COLUMBIA | Quevedo
FanfictionColumbia quiere triunfar en el baile. Eso siempre lo ha tenido claro. Dejará atrás su isla, su familia y amigos. También a él. A Pedro, su mejor amigo prácticamente desde que nació. Pero su sueño está por encima de todo y todos. Y no parará hasta co...