Capítulo 28

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El jardín era un cuento de hadas de dinero antiguo. Las pequeñas luces ayudaban al centenar de velas a iluminar el lugar. El jardín de Lí-Sellers no podía compararse a las hectáreas de campo que rodeaban la choza de leñador en la que había crecido, pero tenía que admitir que la secretaria personal de Lí había hecho un gran trabajo con la decoración.

Había mesas vestidas de blanco, con cubertería negra y vasija brillante del color del ónix. Cada mesa estaba adornada con un centro de flores de colores variados. Una cortina de luces flanqueaba en escenario, donde habían colocado un atril de madera oscura. De momento, estaba vacío.

Un camino de piedrecitas que no existía hacía unas horas guiaba a la gente desde el enrejado de la entrada hasta dicho festejo.

Vislumbré a Sasha en la entrada, junto con un par de ayudantes. Ella hablaba con ellos en voz baja, dándoles indicaciones.

—¿Es la lista de invitados? —pregunté al acercarme. Cogí el papel de las manos de la ayudante y me aparté un paso.

Había dos columnas, con nombres masculinos de un lado, y femeninos del otro. Escaneé la hoja a toda velocidad, y fruncí el ceño al encontrarme con cuatro personajes conocidos.

El papel desapareció de mis manos y regresó a las de la ayudante. Sasha había sido la culpable.

—Es mejor que vayas a buscar al director Lí-Sellers. No querrás entrar sola a la fiesta —me indicó Sasha, regresando a sus asuntos.

—¿Por qué nadie me dijo que los Harlek estaban invitados? —le reclamé.

Sasha me ignoró, musitando indicaciones sin parar. Le cogí del hombro y la giré hacia mí.

—¿Hay algo que me puedas decir, mujer? Ya sé que te solté un buen bofetón al orgullo hace rato, pero por lo general la gente lo supera rápido.

—Jane, estoy muy ocupada. El director aún no ha salido y necesito que baje dentro de veinte minutos. ¿Puedes ir a buscarlo? Está en su habitación.

Me llevé la mano al pecho. ¿Me había dado una orden? ¿Cómo se atrevía, la muy descarada? Iba a soltarle otro insulto cuando recordé que necesitaba un insignificante favor de ella.

Sonreí, suavizando mi expresión.

—Por supuesto, pero antes necesito que apuntes otro nombre más en la lista. Lean Dwayne. Es mi novio y el director lo ha invitado al último momento.

Sasha alzó una ceja. Estaba claro que mi mentirijilla maquillada de verdad no había sido considerada ni por un instante.

—Busca al director, y cuando baje que me lo diga él mismo. Cuando tu... amigo llegue, le diré que espere. Es una fiesta en par, y si ese chico no viene con compañía femenina vestida en condiciones no podrá entrar.

—Oye, oye. ¿De qué demonios hablas? Yo soy su pareja.

Sasha frunció el entrecejo, confundida.

—Eso no puede ser.

—¿Por qué no? —mascullé, alzando la voz.

—Señorita Chapman —llamó la asistente con la lista. Sasha se giró hacia ella.

Los primeros invitados ya habían llegado. Se trataba de un cincuentón descendiente de Churchill y una mujer que no podía sobrepasar los treinta, que se aferraba a él como se aferraría cualquier veinteañera a su fuente infinita de dinero; justo como yo me aferraría a Lí-Sellers si no me hubiese mandado a volar hacía dos noches. Ella vestía un elegante vestido verde esmeralda con un escote abultado; el fósil vestía un tuxedo apretado y una corbata del mismo color del vestido de su acompañante.

3. MALA JANE (Abi Lí) [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora