El deseo de amar para siempre [TERMINADA ✔️]

CAPÍTULO 55 → ISAAC

Nos encontrábamos abrazados en el mar, mietras ella me hablaba de infinidades de cosas de sus libros y yo dejaba besos suaves sobre su cabeza.

Joder, me encantaba oírla hablar.

─ Ahora que caigo, creo que no te he hablado de mi nuevo libro ─ reparó.

Sonreí.

─ No, no lo has hecho ─ jugué ─. Háblame de él.

─ Se llama Cuando las estrellas dejen de brillar ─ sonrió ─. Estoy escribiendo el capítulo dieciséis. Menciono mucho la astronomía. Me parece que es un tema muy bonito.

Las pulsaciones de mi corazón se dispararon al ver el brillo que había en sus ojos.

Claro que me había hablado del nuevo libro que estaba escribiendo, pero yo le dije que no, solo para volver a escucharla y verla así de emocionada.

─... me haría mucha ilusión eso.

La estreché un poco más entre mis brazos y atrapé sus labios con los míos. Sabía a sal.

Nos separamos cuando ─ por tenerla más de treinta veces añadida en mi playlist ─ empezó a sonar You Belong With Me de nuevo.

Se puso de pie y sus ojos resplandecieron aún más.

Mierda, era jodidamente preciosa.

Desde el primer momento supe que Farah Davis Lee iba a ser mi puta perdición. Desde que se sentó por primera vez en nuestro coche.

─ You're on the phone with your girlfriend, she's upset ─ cantó con emoción.

Me reí y la seguí. Se había puesto de pie y ahora el agua le llegaba por la cintura. Yo me puse de pie también. Me gustaba verla entusiasmada.

Porque la quería.

Siempre lo haría.

Siempre lo hice.

Desde que la vi por primera vez, la quise con todo mi corazón.

Solo que odiaba quererla tanto. Odiaba que mi cabeza solo pensase en ella.

Pero ya no, ya no lo odiaba.

¿Cómo podría hacerlo?

Sacudí la cabeza cuando noté unas frías gotas de agua empaparme el torso.

La canción casi se acababa, y esa era la prueba de que me había perdido completamente en mí mismo.

Oh, I remember you driving to my house

In the middle of the nightI'm the one who makes you laugh

When you know you're 'bout to cry

Nos miramos y aplaudimos a la vez.

Reímos con fuerza, pero es que, cualquier persona que siguiera a Taylor Swift, nos comprendería. ¡Era inevitable no aplaudir en ese momento de la canción!

Me reí con fuerza y la abracé, mientras empezaba a sentirme algo culpable.

Quizá, si nos hubiéramos dado cuenta de nos queríamos, o eso pensaba, antes, hubiéramos tenido más tiempo, pero Farah se iría algún día a su universidad de vuelta, y quizá no la volvía a ver en mucho tiempo. O quizá nunca volvía a hacerlo.

Y la mera idea de no volverla a ver me aterraba.

─ Joder, ¡me encanta esta canción!

Estaba empezando a sonar Miss Americana & the Heartbreak Prince.