El deseo de amar para siempre [TERMINADA ✔️]

CAPÍTULO 40 → ISAAC

─ ¡Adiós, hijo! ─ La voz de mi madre resonó por mi cuarto a través de la puerta ─. ¡Volveremos mañana, ya lo sabes! ¡No queméis la casa! 

Hoy era el aniversario de mis padres, cumplían veinticuatro años de casados. Mi padre iba arreglado y riéndose con mi madre, que iba más arreglada que nunca.

Les deseé una buena noche y volví a centrarme en la música que estaba escuchando. Podría sonar egoísta, pero la música iba ante todo. Y más la canción que estaba escuchando; Brooklyn Baby, de Lana Del Rey. 

Me jodía el hecho de tener el volumen más bajo de lo que me gustaría porque Farah estaba con sus amigas y tenía que abrirle la puerta. Y no tardaría mucho en volver, porque se había marchado hacía dos horas. ¿Por qué no se llevaba sus llaves? No lo sabía, pero estaba más que seguro de que lo hacía por fastidiarme.

Podría ser una pequeña florecita débil de cristal bajo una tormenta, pero en la vida cotidiana era una completa cabrona irritante.

Y no podía negar que eso era lo que más me gustaba de ella.

Me gustaba esa faceta de dominante e inalcanzable que tenía. Me causaba presión en mi interior la tensión que había entre nosotros.

Me aterraba el hecho de que cada vez eran más fuertes los estragos cuando estaba cerca de ella.

A mi mente, vino el recuerdo del día de la fiesta.

Me nublé al instante.

Farah, enfundada en ese vestido blanco, corto, ajustado y con el resto del conjunto...

Sacudí la cabeza. ¿¡En qué estaba pensando!? ¡Farah tan solo era la chica de intercambio que estaba acogida en mi casa y la persona más odiosa que la Tierra hubiese podido crear!

Pero, mierda, eso no quitaba el hecho de que era la persona más atractiva que había visto en mi miserable vida.

Y lo peor de todo era, que, estaríamos solos ella y yo hasta la tarde del día siguiente. 

Solos.

¿Sería capaz de soportarlo?

Lo peor de todo era que Farah no lo sabía, ella estaba allí, con sus amigas, disfrutando probablemente. Lynch no podría hacerle compañía hasta dentro de unas semanas, ya que se había ido a la casa de vacaciones de uno de sus mejores amigos, porque tenían que «hacer un proyecto» y también querían aprovechar a estar juntos. Él iba por libre, tenía su vida social y la aprovechaba. Lynch y Farah se llevaron bastante bien, cosa que no me esperaba, porque, ¿¡a quién le caía bien Lynch!?

Aunque, aún me quedaba bastante tiempo tranquilo, así que decidí prestarle atención a la música que seguía escuchándose por mis auriculares.

Llevaba treinta segundos de canción. Una canción que hizo que todos los recuerdos de Farah y míos me llegasen a la mente. True Love, de P!nk y Lily Allen.

─ At the same time I wanna hug you ─ susurré las letras de la canción, mientras mi cabeza no dejaba de producir imágenes suyas ─, I wanna wrap my hands around your neck ─ cada vez me estaba irritando más mi propia mente ─. You're an asshole, but I love you, and you make me so mad I ask myself ─ ¿Por qué tenía que existir esa canción? O, ¿por qué tenía que existir Farah? ¡La canción no tenía la culpa! ─. Why I'm still here, or where could I go? You're the only love I've ever known ─ la traducción era literalmente: quiero abrazarte, pero a la vez ahorcarte, eres un capullo, pero te quiero, aunque resumido ─. But I hate you, Ireally hate you, so much. I think it must be true love, true love...