CAPÍTULO 42 → FARAH

29 2 0
                                    

Le dije buenas noches, pero yo no podía dormir nada.

Él permanecía con sus auriculares, mirando al techo, pensando en no sabía el qué.

Yo trataba de no moverme ni un mísero milímetro. También había optado por ponerme los auriculares, para hacer la situación menos incómoda.

Tenía mi playlist en aleatorio, estaba escuchando Earned It, de The Weeknd. Canción que no ayudaba a sobrellevar la situación en absoluto.

Tenía más que asumido que mi respiración era desenfrenada, tenía a Isaac a treinta centímetros y mi mente estaba pensando en todo menos en cosas santas.

Estábamos sumidos a un silencio bastante incómodo, de vez en cuando iba mirándole de reojo y él no parecía incómodo o molesto, era como si yo no estuviese allí.

O como si llevásemos durmiendo juntos toda la vida.

Quise preguntarle si acaso no se sentía incómodo, pero no me salían las palabras.

─ Parece que están a punto de matarte, cálmate.

Genial, había notado mi tensión.

Me senté en el colchón, junto a él. Quedamos cara a cara.

─ Siento estar nerviosa ─ me disculpé falsamente ─, siento estar nerviosa por estar metida en una cama con un chico que conozco de hace poco más de una semana, bastante odioso, cabe reconocer.

─ No lo estés, no muerdo ─ reconoció, con un toque de vacile ─, no pienso drogarte ni vender tu pelo por una página ilegal, no te preocupes. No tengo droga para hacerlo ni dinero para comprarla. Y si la tuviera, serías la última persona con quien la usaría.

─ ¿Te drogas? ─ Le miré, sobresaltada.

─ ¿Qué? ¡No! ─ Negó rotundamente ─. ¿No tienes sentido del humor o qué? El noventa por ciento de las palabras que salen de mi boca van con sarcasmo, pelirroja ─ me tranquilicé, la verdad, me gustaba el humor que tenía, le proporcionaba un toque más atractivo ─. Y, no pienso cortarte un mechón de pelo y venderlo en una página ilegal. Si lo hago, con mi suerte de mierda, me acabaría cortando un dedo, en vez de tu pelo.

Ahí sí que me reí, tras toda esa capa de hormigón que tenía escrita la frase: «soy un capullo irritante», había un chico sarcástico y simpático que pocas veces se dejaba ver.

Y no sabía cuál me llamaba más la atención de las dos.

Aún quería escribir, pero él estaba despierto. Había cerrado los ojos, tenía las manos entrelazadas sobre su abdomen y los auriculares aún puestos.

Como si fuera espontáneo, me acordé de todas las tonterías que salían de su boca, por ejemplo, la estupidez de cambiarle el nombre a Uxue por Urgía. Ni siquiera se dice así, se dice «orgía» si se estaba refiriendo a eso.

Que, por cómo era, por supuesto que estaba refiriéndose a eso.

En fin, me jodía admitirlo, pero el humor y el sarcasmo lo llevaba en la sangre. 

Abrí mi portátil, lo puse sobre mis piernas y, eliminando el miedo y arriesgándome, comencé a escribir. Si hubiera sido otra persona, hubiera pensado que estaba dormido, pero, era Isaac, y si encima sufría de insomnio, era más que obvio que estaba despierto, concentrado en la música, o lo que fuese. Su respiración era tranquila, mientras que la mía era desenfrenada y frenética. Todo mi cuerpo estaba en tensión.

─ Lo que te dije antes era verdad ─ la voz ronca de Isaac sonó de nuevo, haciendo que diera un respingo ─, no voy a matarte, sería una pérdida de tiempo invertirlo en matarte.

El deseo de amar para siempre [TERMINADA ✔️]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora