CAPÍTULO 17 → FARAH

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No me hizo falta pedir apenas permiso, en mis planes no estaba en hablar con nadie de mi nueva familia y menos con Isaac porque haría el ridículo así que usé mi técnica llamada «La SúperTécnicaAntiSocialización» o en pocas palabras «LSTAS», que consistía en pedir permiso con la mano, simulando que estás hablando por teléfono. Colocas tu teléfono en la oreja y balbuceas algunas cosas cómo si estuvieses hablando y asientes repetidamente, luego miras al objetivo o a los objetivos — en mi caso eran «los objetivos» —, y después señalas con el dedo la puerta. Muy efectivo, si quieres efectividad doble dices lo que vayas a hacer sin hablar para que la otra persona te lea los labios y listo.

La jugada salió de diez, nada más recibí una sonrisa con un movimiento arriba y abajo de cabeza tras decir «Amiga» en el silencio.

Cerré la puerta de la casa y el paisaje me enamoró por completo, el cielo era de un color anaranjado, pero aún mantenía el azul correspondiente a la hora, la casa de Uxue resaltaba, porque eran del mismo color, por la ventana del piso de arriba podían verse tres chicas, aunque tan solo sus siluetas. Entre las chicas, pude diferenciar a Uxue, pues conocía su silueta.

Me apresuré a llegar a la casa, que tampoco me llevó tanto, necesité apenas tres minutos para estar frente a su puerta, por ello no tenía miedo, pues estaban solas en casa y no tendría que hablar con nadie que me quintuplicase la edad.

¡Ding-Dong!

No fueron más de diez segundos cuando una muchacha rubia, pelo largo y suelto, de ojos marrones, alta, con buena figura, un crop-top blanco, parecido al que llevaba debajo, pantalones de cuadros de pijama y calcetines negros me abrió la puerta con una gran sonrisa, me analizó de arriba a abajo y dio un pequeño saltito acompañado de un chillido.

— ¡Tú debes de ser Farah! ¡Uxue nos ha hablado de ti! ¡Qué ganas tenía de conocerte! — Me abrazó rápidamente y al soltarme, ya estaba dentro de la casa —. Ven pasa, soy Silvia.

¿Pero no se llamaba Fenna?

— Encantada — dije por lo bajo, mientras me arrastraba hacia la habitación.

No pude decir mucho, pues en tiempo récord ya estaba en un cuarto con una cama enorme, con una tele y una mesa llena de dulces, frituras y refrescos, con un mando a distancia al lado. En la cama estaba Uxue sentada con las piernas cruzadas, con el mismo pijama que Silvia y una muchacha pelinegra, con los ojos negros cómo pasas y brillantes, con unas pestañas de envidia y comiendo chicle.

— ¡Farah! — Uxue sonrió amistosamente —. ¡Te estábamos esperando! No te he hablado de Silvia, es la hermanastra de Fenna, tiene un año más que nosotras.

— Encantada — repetí, tímida.

— Es un pelín tímida — susurró Uxue a las chicas —, pero es un amor de persona.

— Tiene razón... — reconocí apenada —... lo siento.

— ¡No importa! — Silvia comentó —. Tenemos que terminar de presentarnos, ella es Fenna — señaló a la pelinegra —, haréis buenísimas migas.

— Eso espero — Fenna me tendió la mano, sonriendo —, encantada, Farah.

— Igualmente — me fijé en un detalle: yo no llevaba pijama y todas llevaban pijama, sin mencionar que todo estaba repleto de dulces, frituras, refrescos y en la televisión, Netflix estaba abierto, más claro imposible: una tarde de pelis y pijama —. Por cierto, yo no he traído pijama, ¿voy a mi casa y me lo traigo o...?

— Íbamos a darte la sorpresa pero has sido más rápida — intervino Fenna —, Uxue nos ha hablado de ti toda la tarde y nos has caído genial así que planeamos hacer una tarde de pelis, cotilleo y pijama de bienvenida, hemos comprado pijamas a juego para las cuatro.

El deseo de amar para siempre [TERMINADA ✔️]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora