CAPÍTULO 18 → FARAH

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La película había terminado unos minutos atrás, ahora nos contábamos un poco más acerca de nosotras, cómo la edad, nuestros amores platónicos, qué estudiamos...

Ahora Silvia nos contaba que tenía diecinueve y que su amor platónico era su novio con el que llevaba siete años — desde los doce años, la gente no para de sorprenderme —, y ahí se había quedado.

—... y bueno, estudio Medicina en la Uni — más bien se presentaban para mí porque Uxue también lo hizo, Fenna y Silvia eran hermanastras y se veían todos los días, aunque Silvia no viviese en esa casa, ya que vivía con su novio —. Tu turno, Fenna.

— Yo tengo dieciocho, mi amor platónico... cualquier persona que quiera escuchar Taylor Swift conmigo y estudio Psicología en la misma Universidad que Silvia — fue breve, aunque quise darle un anillo de bodas porque escuchaba Taylor Swift —. ¿Qué hay de tí, Farah?

— Lo mío es algo ridículo... — dije avergonzada, no quería que se burlaran porque quería ser escritora —... tengo dieciocho, mi amor platónico... — no sé porqué, pero se me vino a la cabeza Isaac en ese preciso instante, a pesar de conocernos de dos días y que tampoco me caía del todo bien —... no tengo y... quiero estudiar... Astronomía, sí — mentí.

— Farah — intervino Uxue —, no te sientas insegura de lo que te guste, dilo sin miedo, ellas te van a aceptar — se volvió hacia Fenna y Silvia —. Chicas, Farah escribe libros y quiere ser escritora. Técnicamente lo es, pero quiere ser escritora reconocida.

— ¡No jodas! — Silvia parecía que había visto a la mismísima Beyoncé —. ¡Dios mío! Jamás había conocido a una escritora, ¿qué se siente? Tendré que preparar el discurso para que cuándo seas famosa, me toque hablar de ti.

— La carrera de escritora, Filología me imagino, es preciosa — Fenna me tomó de la mano —, no te sientas avergonzada por ella cuándo de verdad que me siento hasta orgullosa de tener una amiga que escriba. ¿Sabes lo bien que va a sonar cuándo diga que mi amiga es escritora?

Sonreí y bajé la cabeza, tenía las palabras de las chicas grabadas en el pecho.

— Sonará bien, supongo — dije con una risita, quería llorar de la emoción.

— ¿Qué se siente al ser escritora? — Preguntó Silvia, haciendo referencia a su comentario anterior.

— Se siente muy bien, es precioso — conté con total sinceridad —, sentarse frente al ordenador, con una vela, música y dejarlo salir todo es... increíble, es la mejor sensación que pueda alguien experimentar.

— Debe de ser precioso... — reconoció ella, tras mis palabras —... ¿Puedo hacerte otra pregunta?

— Las necesarias — me acomodé sobre mi sitio.

— ¿Por qué te averguenzas sobre tus sueños?

— La gente siempre se ha burlado de mí, mi familia, excepto mi hermano, mi ex-novio que... bueno, era demasiado tóxico — Uxue me agarró de la mano disimuladamente, sabía que el tema de Helton me traía malísimos recuerdos —, y... bueno, solía recurrir a los golpes cada vez que le decía que quería escribir, entre otras cosas. En el instituto siempre me tiraban bolas de papel por lo de escribir... básicamente por eso.

— Siento lo de tu novio — dijo Fenna, con un hilito de voz, la habitación estaba en silencio y mis ojos algo húmedos en cuestión de segundos.

El día que corté con él, me sentí libre, había decidido ponerle fin a la situación llamando a la policía y denunciándolo por sus actos: violencia y abuso sexual. Cuándo le metieron en prisión, sentí que extendía mis alas de nuevo. Era muy violento y siempre que hacía algo que no le gustaba recurría a los golpes, cuándo hacía lo que él quería o le consentía, me trataba genial y frente al público todo era puro maquillaje.

— Tuviste que pasarlo fatal — Silvia ya estaba abrazada a mí, pero esta vez de verdad —, no te preocupes, nosotras estaremos contigo.

— Gracias, chicas — froté mis ojos con el dorso de mi mano —, la verdad, escribir me ayuda a calmar mi ansiedad cómo no os imagináis.

— Puedo ayudarte con tus trastornos y problemas — mencionó Fenna, con una sonrisa ladeada —, estudio Psicología, cómo te he dicho antes y me encantaría ayudarte con tus traumas, problemas y trastornos, si necesitas algo, estoy aquí.

— Igualmente, muchísimas gracias — no podía hacer nada más que agradecer, hasta hacía dos horas estábamos viendo una película y riéndonos y ahora estábamos prácticamente desahogándonos y yo, contando dos de mis mayores secretos.

— ¡No! — Espetó Silvia, limpiándome una lágrima que se me había caído —. ¡Nada de llorar! Tenemos que estar contentas, ¿qué quieres hacer?

— Podemos... — no se me ocurría nada —... ¿cocinar? ¿Ver algún reality? ¿Dormir?

— Si con «cocinar» te refieres a «freír un huevo» porque no tenemos nada más, mis padres han salido a comprar — recordé cuando los padres de Isaac se fueron a comprar y... bueno —, entonces sí. No suelen echar realitys aquí y... dormir... sería raro.

— Pues entonces no sé que hacer — me encontraba algo mejor, es increíble cómo una amistad de hace un par de horas haya resultado de tanto —. Soy malísima para estas cosas, lo siento.

— ¿Por qué no nos cuentas sobre «Isaac»? — Uxue mencionó su nombre en silencio, para que yo la leyese los labios —. Un momento, ¿puedo decirlo en alto?

Claro que podía, acababa de contar lo de que era escritora y lo de Helton, podían saber perfectamente lo de Isaac.

— En mi familia de acogida, hay un chico, el hijo mayor, que es bastante atractivo — hablé, aunque con algo de cosa —, no estoy enamorada de él porque le conozco de hace dos días, no os montéis historias, pero es bastante atractivo y me trata... bien.

— Has tardado mucho en decir ese «bien», ¿tengo que volver a advertirle? — A Uxue solo le faltaba sacar una metralleta.

— No, puedes estar tranquila.

— Sé de quién hablas, Isaac, ¿verdad? — Cuestionó Silvia, asentí con la cabeza —. Iba conmigo al colegio, me acompañaba a la cafetería — suspiró melancólica —. No por cortesía, sino porque a cambio le daba un poco de lo que me compraba. En mi defensa, me daba vergüenza ir. A veces cuándo nos vemos, nos saludamos. Ya casi no coincidimos.

Entonces me imaginé la escena y no pude evitar reír con grandes carcajadas, haciendo que el resto se uniera.


El deseo de amar para siempre [TERMINADA ✔️]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora