Fue un viaje corto y tranquilo, Isaac y yo no mediamos palabra. Él iba escuchando música y pasando olímpicamente del mundo, mientras que yo iba leyendo el segundo libro de una trilogía de fantasía con romance, también escuchando música. Bueno, técnicamente no sabía si me había dirigido la palabra, pues la música sonaba en mis auriculares a todo volumen. Pero ¿cómo no subir el volumen al máximo si estaba escuchando nada más y nada menos que Arabella, de Arctic Monkeys?
Cuando llegamos al hotel, no tuvimos muchos problemas, no necesitamos más de quince minutos para acceder a las habitaciones. Entré yo primero ─ con ganas de morirme ─ e Isaac pasó detrás de mí. Era por la tarde, casi noche, no haríamos nada fuera de la habitación. Estaríamos el resto del día guardando toda la ropa y cachivaches que nos habíamos traído.
La habitación era enorme, literalmente. Tenía unas luces led como iluminación, nada más, no había bombillas ni nada. La luz era color morado eléctrico y recorrían los bordes del techo y las paredes blancas. Había una cristalera totalmente limpia que cubría todo el lado de una pared, y se podía ver perfectamente toda la ciudad bajo el cielo, ya algo oscuro. La cama ─ por desgracia ─ era de matrimonio, las sábanas eran completamente lisas y negras, en una de las mesillas de noche, había un papel que informaba sobre las luces led. Decía que por el día las luces serían suaves y blancas, mientras que por la tarde y noche serían de colores oscuros como el morado, azul o rojo. Los muebles eran de madera negra, el suelo de una especie de piedra caliza gris. Los armarios eran enormes y la puerta era negra con rayas talladas. Los padres de Isaac estaban dos pisos más abajo, mientras que nosotros estábamos en el piso más alto. La habitación tenía también altavoces pequeños en las esquinas del techo por los que sonaba música ambiental a poco volumen, había una enorme televisión de última generación colgada en la pared enfrente de la cama y olía a una agradable especie de mezcla entre flores y limón.
─ No está mal, supongo. ─ Dijo Isaac, rompiendo el silencio ─. Tenemos que repartirnos el espacio. Quédate tú el lado derecho del armario y yo el izquierdo.
─ Está bien ─ a mí mi ropa era lo que menos me importaba, a mí me interesaba saber dónde guardar mi portátil y mis preciados libros.
Estuvimos ordenando nuestras cosas durante casi una hora entera.
─ ¿Esta noche haremos algo con tus padres o...?
Me sentía un poco incómoda.
─ No tenemos compromisos, podemos hacer lo que queramos ─ se encogió de hombros ─. Mañana estarán por la mañana con nosotros para celebrar que, por desgracia, sigo vivo otro año más y por la tarde nos dejarán a nuestro aire. ─ Me hizo gracia su comentario, tenía buen humor.
─ Hay discoteca, podemos bajar. O puedo bajar. No sé, lo digo para no estar toda la tarde aquí metidos. Son las nueve de la noche, quiero... despejarme.
─ No, mis padres me han dicho que no podemos separarnos, estamos a cargo de ti por unos cuantos meses, por si lo habías olvidado.
─ Bueno, pues, ¿quieres bajar después a la discoteca?
─ No. Quiero quedarme leyendo y escuchando música. Bajaremos mañana.
─ ¿Por qué no hoy? ─ Rebatí. Para un día que me apetecía salir de una habitación...
─ Porque hoy no está abierta, para empezar. Es jueves, abren a partir de mañana. Mañana iremos ─ aseguró ─. Te lo prometo.
─ Y ¿qué hacemos ahora?
─ No sé, yo voy a leer ─ se lamió los labios ─. ¿No estás escribiendo un libro? Escribe. ─ Sugirió.
─ Ya lo he terminado, tengo que empezar uno nuevo, y no me apetece romperme la cabeza para hacer una sinopsis, un título y unos personajes y no me voy a tirar cuatro horas para editar una portada.
![](https://img.wattpad.com/cover/324751499-288-k704982.jpg)
ESTÁS LEYENDO
El deseo de amar para siempre [TERMINADA ✔️]
Romance¡ESTE LIBRO ESTÁ EN PROCESO DE CORRECCIÓN! Farah; una chica, en el primer año de Universidad, se va de intercambio a Ámsterdam. Su ilusión y orgullo por cumplir sus sueños y nostalgia por su obsesión quinceañera con ese lugar la llenan plenamente de...