Libre

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Obscuro.
Silencio.
Frío.
Húmedo.
Dolor.

Son las sensaciones que registra mi cuerpo, me siento mareado y aturdido, sé que estoy en el calabozo donde me trajeron los bárbaros de la montaña, pero no sé si es de día, si es de noche ni cuanto tiempo llevo aquí, nada es periódico, y ahora sin mis ojos no puedo ver la luz que se colaba por la rendija superior de mi prisión. Es como vivir en un limbo de sufrimiento, a veces sólo quiero que acabe, que terminen con mi vida y pueda ir a descansar, pero otras veces aún mantengo la ingenua esperanza de que saldré de aquí.

TIENES QUE SALIR DE AHÍ, NO PUEDES RENDIRTE.

Un escalofrío recorrió mi cuerpo.

Nuevamente esa voz grave, un eco en la distancia de mi mente, no es mi voz interna, ni hay alguien hablando cerca ¿será que ya perdí la cordura? La primera vez que la escuché fue cuando me quitaron los ojos, podían pasar periodos largos sin que sonara, pero últimamente cada que estoy consiente la escucho. Es atemorizante, no termino de acostumbrarme a ella, y nunca contesta cuando le intento responder, le he gritado incluso, pero no parece llegar mi mensaje.

Unos pasos escuchan a la distancia, me regresan a mi terrible realidad. Siento mi cuerpo tensarse al máximo. Se acercan y abren la puerta madera que me mantiene prisionero.

-Mira nada más - era el jefe de los guardias, venía con alguien más-, el pequeño durmiente ha despertado.

Noté que se acercaba, coloqué mis manos sobre la cabeza, arrastrando las cadenas atadas a mis muñecas por el suelo, haciendo aún más ruido.
Sentí un fuerte golpe en mi costado, seguro que me había roto una costilla, seguido de varios más.

-Te lo dije, no importa cuanto lo golpeemos o torturemos, de la boca este enclenque no saldrá ningún sonido- la otra presencia también se acercó; moría de miedo-.

-¡Ja! Apuesto a que con la suficiente creatividad se puede lograr que el gallo cante-.

Esa voz... ¡Marina ! Una auténtica maestra del disfraz, mi compañera del oficio del espionaje.

  ¿Qué hace ella aquí ?

-En la ejecución de esta noche podrás intentarlo, a este punto quien logre hacerlo hablar tendrá el favor de nuestro rey, además de tierras y riqueza. Apúrate a prepararlo, no querrás hacer esperar a nuestros invitados-.

-Brut, el saco de huesos estará listo en un momento- se notaba que Marina estaba en personaje-, ahora lárgate a hacer tu parte del trabajo. Esta noche todos nos divertiremos-.

Escuché como se acercaban el uno al otro y se ¿besaban? Era asqueroso pensar en mi viaje colega besando a un sucio bárbaro montañés. Pero si ella estaba aquí, mi duque la habría enviado, aún tenía una esperanza.

Marina se acercó más a mí mientras Brut se iba por la puerta y sus pisadas se alejaban.

-¡Por todos los dioses, Gunard !- la voz de Marina se rompía con cada palabra. Puso sus manos en mis hombros y su rostros se acercó al mío- Ve lo que te han hecho...-.

Quise hablar pero mi cuerpo nuevamente me traicionó atestandome con un horrible dolor en mi pecho.

Por favor, Marina, sácame de aquí. No lo soporto más.

No había deseado más hablar en todo este tiempo como lo deseaba ahora.

-No tenemos tiempo- sacó algo que sonaba a tela y algo que sonaba como metal-. Esta noche planean ejecutarte, te trasladarán aún más al norte, al castillo del rey bárbaro. Pero no llegarás, en el camino mataremos a tus escoltas y escaparemos-.

Oscuridad y Silencio.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora