La historia de Jack.

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-No sé por dónde empezar-.

Me sentía nervioso...Mi pasado no es algo que disfrute recordar. Hay demasiadas cosas de las que me arrepiento, otras tantas de las que me avergüenzo, y muchas más que no quiero admitir siquiera que pasaron.

-¿Por qué no me cuentas de tus padres ?-.

Eso sería fácil para comenzar.

~Sólo recuerdo un poco de mi madre. Ella era una mujer muy joven cuando me tuvo, apenas poco más que una niña, seguramente no pasaba de las quince primaveras cuando yo nací, pero estoy seguro de que me amaba profundamente...~.

Me entristecía darme cuenta de que hace mucho tiempo que no me detenía a recordarla, me hubiera gustado haber pasado más tiempo con ella.

-¿Tu madre falleció?-.

-No lo sé... Cuando era un niño un grupo de piratas invadieron nuestro pueblo y se llevaron a todos los niños varones para venderlos como esclavos. Sólo recuerdo que entraron a mi humilde hogar y me sacaron a la fuerza, mi madre no se encontraba, ella estaba en el muelle pescando. Creo que yo tenía unos ocho años-.

-Lo lamento mucho- Tom me tomó de la mano y le dio un ligero apretón, mostrándome así su apoyo. Como siempre él cuidándome-.

-No tienes por qué lamentarlo, tuve mucha suerte, me compró el señor de las Costas del Sur, el duque Ivar, y me puso al servicio de su hija, ahí no tenía un nombre tal cual, todos me llamaban simplemente " Niño", era el único varoncito del castillo. Al poco tiempo se dieron cuenta de que yo era muy sigiloso, cuando entraba a una habitación nadie lo notaba hasta después de mucho tiempo, esto me servía mucho para sacar comida de las cocinas del castillo, incluso llegaron a pensar que había duendecillos ladrones-.

Comenzaba a cansarme, usar este don que no termino de comprender es un tanto agotador, tanto física como mentalmente, pero seguiría hablando con Tom, disfruto mucho hablar con él. Me pregunto si no es esto similar para él.

Separo mi mano de su frente y hablo con mis manos.

-¿ESTO NO ES RARO PARA TI?.

-Por supuesto que sí- por su tono de voz estoy seguro de que estaba sonriendo-. Pero me encanta escucharte, recuerdo cuando nos conocimos y no podíamos comunicarnos, lo frustrante que era para ambos, ahora tener aunque sea esto es un gran alivio-.

-ME GUSTARÍA PODER HABLAR. NO PODRÉ VER, PERO AÚN ESPERO TENER VOZ ALGÚN DÍA-.

Genuinamente me daba mucha tristeza mi situación, intento no mostrarme vulnerable para que Tom no tenga que preocuparse por mí, pero ahora siento mis emociones a punto de desbordarse.

-La señora Marie dijo que hay muchas cosas que no conocemos, quiero pensar que hay alguna manera en la que puedas recuperar tu voz. Vamos, si a mi me cerraron una herida casi mortal con un ritual, debería haber algo para que tu voz vuelva-.

-NO LO SÉ-.

Me he acostumbrado a no tener expectativas, así no hay decepciones.

-Yo creo que aún hay esperanza-.

Esperanza...

No teníamos seña para "esperanza". Pero se me ocurría la perfecta unión de señas.

Apunté mi dedo índice a la palma de mi mano y luego extendí mi brazo hacia donde estaba él para poderle escribir. Así era como habíamos acordado que diría cuando yo quisiera escribirle en su mano. Mucho más fácil que andar dando manotazos en el aire hasta dar con él

-Aquí estoy- Tom me entregó su mano-, dime.

- E. S. P. E. R. A. N. Z. A-.

Después hice la seña de Creer y la de Corazón. "Creer con el el corazón".

Oscuridad y Silencio.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora