Consecuencias.

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POV: Jack.

Quise preguntarle el motivo por el que habíamos abandonado la taberna así de repente mas debo admitir que me daba un poco de vergüenza "hablar" con mis manos y ganarme más miradas indeseadas, Tom tampoco dijo nada al respecto, sólo me informó que debíamos volver. Notaba algo diferente en este camino de regreso, algo me decía que no era la misma ruta que habíamos tomado de venida al pueblo, tal vez tenía que ver con la hora en la que estábamos volviendo pero no se escuchaba el ambiente igual, sentía que dábamos más vueltas que al inicio y que el terreno sobre el que caminábamos era más complicado de transitar que el de bajada.

Me detuve un segundo cuando ya no escuché el barullo del pueblo y pregunté:

-¿ES DISTINTO?-.

Tom no me respondió de inmediato, tomó mi mano con urgencia y siguió avanzando con más prisa que antes de que me detuviera.

-Rodeamos la colina- respondió cortante sin dejar de avanzar.

Su tono de voz era diferente a lo que tenía acostumbrado, no fue grave y melodioso como siempre, sino que fue más severo, como si no quisiera hablarme.

¿Hice algo para que se molestara?

Caminar era difícil en el terreno irregular, mis pies se resbalaban por la  nieve y Tom parecía haber olvidado que si no me avisaba que había un obstáculo en el camino no podría evadirlo, tuve que detenerme.

-¿QUÉ TE OCURRE, TOM?-  dije algo molesto.

-Tenemos que llegar a la cabaña antes que él- me dijo mientras volvía a tomar mi mano y comenzó a jalarme para caminar -¿Recuerdas que te dije que vendría un contacto de mi ducado a verme a la cabaña?-asentí con la cabeza, aunque no sé si me vio o no puesto que seguíamos avanzando-. Bueno, esta persona entró a la taberna en la que estábamos en el pueblo, no estoy seguro de si nos vio o no, pero no quiero problemas con él-.

No entendía por qué sería un problema que su contacto lo viera en la taberna, aunque pensándolo bien, tal vez tiene que ver conmigo...

POV: Tom.

Seguí a paso tan rápido como Jack me lo permitía, estuve a punte de querer cargarlo y correr con él en mis brazos. Sabía que debía decirle que estaba pasando pero necesitaba darme prisa, en poco tiempo logramos llegar a la cabaña, cuando subimos los escalones de la entrada me llené de una enorme sensación de alivio, ahora sí podía hablar con mi amigo.

-Lo lamento, Jack- noté que se había cansado mucho y tenía su mano en el costado, no me percaté de lo mucho que le había exigido a su cuerpo-. Me dejé llevar, ¿estás bien?-.

-ME DUELE UN POCO- me dijo con respiración entrecortada-. ESTOY BIEN, NO TE PREOCUPES-.

-Entrando te daré un poco de medicina, lo lamento, no debí apresurarte tanto-.

-ESTA BIEN, NO TE PREOCUPES- dijo con semblante cansado.

-Vamos, entremos- dije mientras me acercaba para que me dejara guiarlo.

En cuanto abrí la puerta mi alma calló a mis pies, una figura alta y robusta yacía sentada en una de las sillas de mi casa, me miraba con sus penetrantes ojos azules y cual toro enojado dejaba salir vaho de sus fosas nasales. No lo logramos, llegó antes que nosotros.

-Rubius...-dije casi en un suspiro.

Al reconocerlo, Zoro corrió hacia él y lo saludó con la euforia típica de los perros.

-Alex-me llamó por mi verdadero nombre-, sabes perfectamente que los caballos del Ducado del Cedro son los mejores para cabalgar sobre la nieve, aun cuando se trata de ir cuesta arriba, no entiendo la necesidad de salir corriendo de la taberna como si pudieras llegar antes que yo-.

Oscuridad y Silencio.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora