Hora de partir.

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POV: Tom.

Debo admitir que estar completamente desnudo en el bosque junto a dos mujeres me avergonzaba un poco, pero estar ahí tumbado en el húmedo ambiente con Jack a mi lado me traía tranquilidad, verlo sonrojarse me mata de ternura, a veces pienso que se comporta como un niño pequeño descubriendo el mundo, lástima que sea un mundo sin luz.

Mi pecho estaba ahora completamente curado, algo que habría tomado semanas sanar se convirtió en una cicatriz en pocos minutos, me sentía agotado pero ya sin tanto dolor, me sentía como cuando uno duerme más de lo que debería y despierta igual o más cansado, pero esto es potenciado mil veces.

-¿CÓMO TE SIENTES?-me pregunta Jack con sus manos, aunque no viendo exactamente a donde yo me encontraba.

-Vivo- respondí con voz ronca.

Jack sonrió, alargando sus tiernos labios.

-¿Y LA SEÑORA MARIE?-.

Era gracioso como habíamos acordado decir el nombre de la señora Marie, juntaba la seña de mujer y la de cabra, muy descriptivo.

-No lo sé, no alcanzo a verla- sólo veía la silueta de Marina tapando a la señora Marie que yacía recostado en el suelo a unos metros de distancia-. Ayúdame a levantarme para ir con ellas-.

Jack me extendió la mano y yo la tomé de impulso para sentarme, pensé que me marearía pero no ocurrió. Al ponerme de pie sentí aún más el frío que hacía, me estaba helando, Jack debió notarlo porque comenzó a quitarse su capa para dármela a mi.

-No te la quites, no hace falta-.

Se detuvo para hablarme y frunció el ceño molesto.

-NO TRAES ROPA-.

No me dio oportunidad para responder y se quitó rápidamente la capa. Con una mano ubicó mi hombro para después intentar cubrirme con ella; como soy más alto que él no le quedó muy bien, pero terminé por aceptar el gesto; pero tampoco permitiría que él pasara frío, tomé uno de los lados de la capa y lo cubrí con ella rodeando sus hombros con mi brazo, lo que hizo que claramente lo sorprendió, alzó sus manos y sin querer (creo) tocó la piel de mi torso y mi brazo, poniendo una linda expresión de sorpresa en su rostro.

- Listo, así podemos estar calientes los dos-.

Decir esto hizo que sonriera.

Y su sonrisa me hizo sonreír.

Caminamos juntos a donde estaban las mujeres. Nada me preparó para lo que verían mis okos: nuevamente el cuerpo de una anciana, con cabello blanco, senos caídos y piel arrugada, cubierta de sangre y el torso abierto al rojo vivo, dejando ver músculos desgarrados y huesos, junto con una mueca retorcida de dolor.

-Por todos los dioses y diosas .....- .

Marina estaba junto a ella y buscaba algo en su bolso.

-Sé que la primera vez que uno ve esto es algo aterrador- su voz era demasiado calmada para el cuadro tan grotesco que teníamos enfrente. Marina toma una botella amarilla y comienza a verter su líquido sobre la piel abierta de la señora Marie-. Pero no tienen de que preocuparse, en menos de lo que canta un gallo estaremos todos en casa descansando-.

Jack me tocó el brazo con fuerza, no lo noté, él me había estado hablando con sus manos. Seguro se sintió muy frustrado ...

-Lo siento ...- le dije en un susurro de pena-, no te vi-.

-¿QUÉ ESTÁ PASANDO?- se veía molestia en todo su cuerpo.

-La herida de Tom pasó al cuerpo de Marie, y ella le transfirió tiempo de vida para que se recuperase más rápido- miré con recelo a Marina, no sé cómo pudo entender lo que Jack decía- ¿Qué?- dijo ahora refiriéndose a conmigo- No creas que no he puesto atención a cuando hablan- volvió a poner el líquido de otra botella en el cuerpo de la herida mujer y continuó sin mirarme a los ojos- a parte, su forma de comunicarse es muy descriptiva e intuitiva, no tiene mucha ciencia-.

Me sentía invadido, la comunicación con Jack había sido algo casi completamente nuestro, pero al final de cuentas ella tiene razón, la forma de describir las palabras con el cuerpo hace referencia a lo que queremos decir, casi como jugar charadas.

El líquido de las botellas comenzó a sacar una especie de humo mal oliente tan desagradable que Jack se tapó la nariz. De la herida comenzaron a salir pequeños pedazos de piel y fueron uniendo los bordes del corte de adentro hacia fuera.

-¿Por qué simplemente no me pusieron esa agua milagrosa y nos evitábamos estar en medio del bosque con este frío?- pregunté con severidad.

-Porque esto te mataría de dolor- respondió Marina-, literalmente. La única manera por la que Marie lo soporta es porque tiene el Don de Vida, cualquier otra persona moriría con esto-.

-¿Quieres decir que ella es inmoral ?-.

-Puedo morir si alguien me apuñala el corazón, me corta la cabeza o tengo una herida demasiado grande que no puede ser curada-.

La señora Marie comenzaba a levantarse, aunque ahora parecía aún más anciana.

Marina sacó de su bolso ropa tanto para la anciana como para mí, fue un alivio poder tener ropa puesta pero no me gustó que Jack ya no estuviera bajo mi brazo. Volvimos juntos a la cabaña, yo guiaba a Jack tomado de la mano y Marina servía de apoyo para la señora Marie. Al entrar a la casa todos comimos algo sin hablar demasiado y nos fuimos directo a acostar para dormir, faltaba poco para amanecer pero todos estábamos cansados y merecíamos una buena noche de sueño, ya que mañana comenzaríamos el viaje hacia el hombre de la visión.

Por la mañana la señora Marie ya volvía a ser una hermosa doncella de cabello pelirrojo y vivaces ojos verdes.

-Muy bien, muchachos, les he preparado todo para su viaje, si siguen el camino corto deberían de poder llegar en cinco días de viaje, no pueden tardarse más de eso ¿entendido?- su actitud seguía siendo la de una anciana. Asentí con la cabeza-. Nos volveremos a ver en la noche de Beltane en el castillo del Ducado del Cedro, y para ese momento ustedes dos serán dos hombres, ya no unos niños ignorantes-.

-¿En mi castillo ?- pregunté algo tímido, la idea de volver a casa me llenaba de nostalgia.

-Pon atención, muchacho, eso es lo que acabo de decir- me regañó-. Ya no pierdan más tiempo, váyanse ahora.

Jack me jaló de la capa y habló:
- ¿MARINA VIENE ?-.

Marina estaba sentada en la mesa medio ignorándonos.

-Ya lo dijo Marie, nos veremos cuando el principito y tú vayan al Ducado del Cedro-.

Jack me volteó a "ver", entendí que exactamente lo que quería que hiciera, le daría voz a sus palabras.

-Gracias, Marina, me sacaste del calabozo donde era torturado día y noche, gracias a ti hoy estoy vivo. Te pido que me perdones por todo lo  que te he hecho pasar. Ser amigo de una mujer tan valiente y fuerte es un gran privilegio. Espero ansioso volver a verte-.

Quedé impactado, Jack nunca se había expresado tan emotivo y sensible. Aunque he de reconocer que le puse un poco de adorno a sus palabras.

Marina se puso de pie y se dirigió a nosotros, se colocó frente a Jack, sin ningún aviso se abalanzó sobre él en un abrazo.

-Nos vemos pronto, Gunard-.

Volvió a llamarlo con ese nombre, no lo imaginé la otra vez...

- Ya, ya , ya- interrumpió la señora Marie-. Deben irse ahora, ustedes dos y el lindo Zoro-.

Marina soltó a Jack y se dirigió a mí.

-Cuida de él-.

-No tienes ni que mencionarlo-.

Dimos media vuelta y comenzamos la travesía, Jack y yo tomados de la mano y con Zoro a nuestro costado. Juntos a alcanzar a nuestro destino.

Oscuridad y Silencio.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora