POV: Jack.
-Espera, me lo dirás cuando estemos a salvo- dijo mientras me quitaba la mano de su frente.
Temía que si no se lo decía ahora ya no fuera capaz de hacerlo después, ni siquiera entiendo como demonios puedo hacer esto, pero él tenía razón, debíamos ponernos a salvo. Físicamente me sentía horrible, fatigado y poco a poco todo mi cuerpo iba dándome punzadas de dolor, y eso sin contar el martilleo en la cabeza.
-¿Siempre pudiste hacer eso?-.
Notaba el recelo y molestia en su voz.
Aún me pesaba el corazón por cómo me recriminó todo lo ocurrido, pero lo que más me dolía era no poderle dar respuesta ya que ni yo mismo la tengo.
-NO- le contesté con mis manos.
No hubo respuesta.
-¿CABAÑA?-.
No sabía como preguntarle específicamente si la cabaña había sobrevivido, el olor a madera quemada inundaba mi olfato y podía sentir calor en el ambiente.
-Pronto no quedarán más que cenizas- su voz empezó a quebrarse-. Duele ¿sabes?, una cosa es dejar tu hogar por voluntad propia y otra es que la persona que más odia te lo arrebate- su voz fue incapaz de ocultar su llanto-. Una cosa más que me quita esa maldita mujer-.
Me acerqué a él para tomar su mano y mostrarle así mi apoyo, aunque con miedo de que me fuera a rechazar. Me trajo mucha paz ser bien recibido entrelazado nuestros dedos con firmeza.
Me guié de su brazo para tocar su rostro y con mis dedos limpiar sus lágrimas pero no eran el único líquido en él, pude sentir más de un hilo de sangre deslizarse por sus mejillas. Quería expresarle que lo sentía, que estaba con él en su dolor y rabia, que deseaba acompañarlo a conseguir su venganza, pero mi inútil cuerpo no era capaz de hablar, sólo de tocarlo y estar con él.
Un sonido de animales y madera me sacaron de mis pensamientos. Solté a Tom para poderle hablar.
-¿ESCUCHAS ESO?-.
-¿Escuchar qué?-.
No pude responder con palabras, sólo señalé al lugar de donde venía el sonido.
-No es posible ...- .
Momentos como estos son los que me hacen odiar no tener ojos.
Alcé las manos para preguntar qué era lo que le sorprendía tanto. Pero él habló más rápido.
-Son las cabras de la señora Marie jalando una carreta- dijo con tono de incredulidad y duda-. Con...con la señora Marie en ella. Y parece que vienen hacia acá-.
Si lo pudiera ver yo tampoco lo creería, no tenia sentido.
-Acerquémonos a ella-.
Tomó mi mano y empezamos a caminar. A los escasos dos pasos noté la dificultad de Tom para andar, estaba malherido. Me coloqué a su costado y puso su brazo sobre mis hombros, rodeé su cintura y le di todo el apoyo que pude; él no opuso resistencia, lo que me decía que sí estaba lastimado.
Mientras caminábamos el sonido de la carreta y los animales se hacía más fuerte, poco a poco se deja atrás el olor a madera quemada. No me gustaba caminar así, sólo podía dar un paso a la vez confiando en que no me estrellaría contra un árbol o algo parecido, pero debía ser ahora apoyo para Tom, que respiraba pesadamente.
-Hijito- la voz de la señora Marie-. Ayuda al duque a subir a la carreta necesitamos llevarlo a casa ahora-.
Cuando la señora Marie dijo "duque" el cuerpo de Tom se tensó cual piedra helada, y mi reacción no fue muy distinta, pero habían pasado tantas cosas hoy que no tenían sentido que aquello era una raya más al tigre.
-¿Cómo...?-
Preguntó Tom, pero fue interrumpido por la señora Marie.
-Este mundo es mucho más grande de lo que ustedes jóvenes son capaces de ver en este momento, todo se entrelaza como la tela de una araña. No se preocupen hijitos- algo en su voz comenzaba a cambiar, como si el raspor de los años fuera desapareciendo de ella-, pronto estarán a salvo- era la voz de una mujer joven, ya no la de una anciana -, ahora, suban que debemos irnos-.
Tom se desvaneció en cuanto la señora Marie dejó de hablar apenas pude evitar que cayera al suelo.
-La carreta está justo frente a ti- sonó una dulce voz a mi lado, no escuché en qué momento había llegado ahí- te ayudaré a subirlo-.
Una vez subimos a Tom yo también subí.
No entendía nada de lo que estaba pasando, sólo quería Tom estuviera bien. Mientras la carreta se movía intentaba asegurarme de que Tom siguiera con vida, tocaba su rostro y buscaba percibir el aire entrar y salir de su nariz. Busqué también su corazón, en cuanto toqué su pecho noté que estaba caliente y lleno de sangre, su ropa estaba rasgada en una enorme línea que cruzaba todo su pecho. Tomé su mano y la apreté con fuerza, quería que supiera que estaba ahí con él.
-Él es fuerte- mencionó la mujer con tono solemne-, sobrevivirá a esto y tú también-.
El camino siguió y cada vez me costaba más mantenerme consciente, hasta que en algún momento dejé de escuchar el sonido de la carreta en el camino y las cabras tirando de ella...
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¡Feliz Año 2024!
Hola, gente bonita, regresamos este 2024 con toda la actitud para seguir avanzado esta historia. Espero hayan tenido unas muy lindas fiestas y les deseo lo mejor para este nuevo año.
Cuéntenme ¿qué les parecen estos giros que va teniendo la historia?
Atte: Capullo de Aleli.
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Oscuridad y Silencio.
RomanceTom se esconde en la montaña, esperando a cobrar venganza de los asesinos de su padre y poder reclamar las tierras que le pertenecen. Jack acaba de escapar de la prisión donde lo tenían encerrado y torturado. El destino une a estos dos hombres para...