Mi dulce pelirroja || Madelaine Petsch y T/N

Capítulo 47

Pov T/N
En estos días atrás, apenas he hablado con Mads, únicamente cuando estamos en el set de grabación. Dormimos por separado y alejados, es decir, ella en el apartamento y yo en mi casa. Aunque tuvimos esa cena romántica y creía que todo marchaba bien de nuevo, otra vez Mads empezó a estar distante conmigo y yo ya no sé cómo actuar para hacerla sentir feliz.

Hoy es domingo, no tengo nada interesante que hacer. Anoche salí de fiesta solo. Sí. Solo. Quería despejar mi mente de todo.

Tengo una resaca increíble. Estoy tirado en el sofá jugando al FIFA 19, mientras me fumo un porro y bebo una cerveza. Para almorzar pediré una pizza o sino comida mexicana. No tengo ganas de ponerme a cocinar. No veo a Mads desde el viernes, a pesar de qué le he enviado mensajes, pero ella no ha respondido.

El equipo contrario me marca un gol y estampo el mando contra el suelo, enfadado.

T/N.- até a porra do pau do jogo (hasta la polla del puto juego)— grito, muy cabreado—.

El mando se había roto, por suerte aún me quedaba otro recién comprado. Bueno, más bien fue un regalo por parte de Mads. Lo único que deseaba en este momento era que el día se pasara muy rápido, porque me voy a aburrir.

Me apetecía mucho quedar hoy con Mads, estar juntos todo el día abrazaditos, haciéndole mimos, hacer un pastel de limón juntos, ver "Rick & Morty" y a la noche una dosis de sexo. El timbre suena y pongo en pausa el juego. Al estar solo, estoy en ropa interior y fui a abrir la puerta. Del otro lado está Cami.

Camila.- ¿así me recibes?

T/N.- estoy en mi casa.

Camila.- touché.

T/N.- ¿quieres pasar?

Camila.- ponte un pantalón.

T/N.- no.

Camila.- mira que le digo a Mads que me has recibido en ropa interior.

T/N.- dile lo qué quieras, sí total, creo que ya no le importo en lo más mínimo.

Camila.- ¿de qué hablas, T/N?

T/N.- ¡tu amiga me tiene loco! ¡Loco!— grito—.

Camila.- T/N, cálmate.

Camino hacia dentro de mi casa y sé que ella me persigue para que me tranquilice.

Camila.- escúchame...

T/N.- no quiero escuchar nada, Camila. ¿Se puede saber qué he hecho para que esté así?— la encaro— joder, no me he follado a nadie si eso es lo que piensa ella. Sé cómo se siente que te sean infiel, saber que das todo por alguien a quién amas y que todo ese amor no sea correspondido, duele. Aunque, duele más que tu novia no pueda confiar en ti por el pasado.

Camila.- T/N, calma. Ella tiene inseguridades.

T/N.- ¿inseguridades?— río con sorna— ¡no le he dado motivos para que las tenga! ¡Sí ella quiere saber que es la única a la que me follo, lo sabrá, porque no me acuesto con nadie más!

Camila.- ¿y por qué no se lo dices?

T/N.- no me mira a los ojos. La llamo y no contesta, le envío cientos de mensajes y nada.

Caigo al suelo de rodillas y empiezo a llorar, cubriendo mi rostro con mis manos. Odio que la gente me vea vulnerable.

T/N.- es que la quiero, pero todo esto me lastima y ya no sé cómo carajos actuar.

Camila.- dale tiempo.

T/N.- ¿más tiempo?

Me pongo en pie para caminar hacia la mesa de centro del salón y encenderme el porro. Camila se me queda mirando, de brazos cruzados.