CAPÍTULO 7

2K 118 2
                                    


LEA

De un momento para otro, todos los aficionados que están a nuestro alrededor empiezan a chillar eufóricos y, antes de poder procesar que está pasando siento como alguien se sube a mi espalda. No necesito verla para saber quién es. Ona entierra su cabeza en mi cuello durante varios segundo antes de bajarse de mi espalda y dejarme abrazarla como dios manda.

En pocos segundos las cámaras están sobre nosotras, y sé que en menos de lo que pensamos nuestras fotos y videos van a estar rodando por todas las redes sociales, pero, mientras la tengo entre mis brazos todo eso desaparece, somos ella y yo, volvemos a ser las mismas que éramos hace cuatro años, cuando levantamos la copa de mi última victoria con la selección.

- Gracias- consigo decir reteniendo las lágrimas que amenazan con salir- gracias por hacerme sentir parte de esto.

- Siempre serás parte de mis victorias Lea, siempre.

En seguida Mapi, Patri y Pina se acercan para abrazar a la campeona, Olga ha bajado hasta al campo acompañada de uno de los de seguridad que Ale había mandado para que la dejasen pasar. Las veo en el campo, abrazadas, y no puedo evitar sacar mi móvil para tomar un par de fotos de ellas, creo que les gustará tener capturado este momento.

Ona vuelve con sus compañeras para atender a la prensa y hacerse las fotos de rigor mientras que nosotras vamos abandonando el estadio. Nos encantaría poder celebrar con ellas, pero la verdad es que no queremos más polémica de la que ya hemos tenido, por lo que decidimos que es mejor volver al apartamento que hemos compartido durante el último mes.

Nuestro vuelo de vuelta a España sale dentro de tres días, así que aprovechamos para salir de fiesta y celebrar a nuestras amigas. Al día siguiente, me levanto con un dolor de cabeza tremendo, las chicas todavía siguen durmiendo, y no me extraña, llegamos de madrugada y apenas son las diez de la mañana, pero por alguna extraña razón yo ya estoy en pie.

Me preparo un café y me lo tomo mirando la lluvia caer a través de la ventana, el invierno está azotando fuerte estos últimos días. Tratando de no hacer mucho ruido para no despertar a las demás, me siento en el sofá a curiosear un poco Instagram, obviamente según abro la aplicación, un montón de fotos y videos de ayer inundan mi pantalla, cientos de notificaciones de que he sido etiquetada en publicaciones colapsan mi perfil, pero hay un video que llama poderosamente mi atención. Es una entrevista de Ona en la zona mixta, ayer justo después del partido, sus ojos transmiten una felicidad que no he visto en ellos desde que se concentró con la selección en Madrid antes de viajar hasta aquí. La reportera empieza preguntando cosas especificas del partido y de las sensaciones que han tenido durante el mismo, pero en un determinado momento cambia el rumbo de la entrevista y se centra en un plano más personal.

- Ona, hemos podido ver como has dedicado tus tres goles con el mismo gesto- empieza a decir la reportera- ¿podemos saber quién es el o la afortunada?

Ona se ríe antes de contestar la pregunta.

- Esa persona sabe quién es y lo que significa para mí, con eso es suficiente para mí.

El tono de Ona es dulce, y tranquilo, casi como si se hubiera preparado la respuesta antes de salir del vestuario. Aunque si la conoces lo suficiente, puedes ver su nerviosismo, durante toda la entrevista no ha parado de mover las manos, cosa que nunca hace a no ser que esté nerviosa.

La reportera, al no obtener la respuesta que buscaba, sigue con una batería de preguntas intimas, con la esperanza de sacar algún dato de la catalana, pero esta se muestra impenetrable. Por suerte, antes de que todo se vuelva más incómodo para Ona aparece Ale e Irene para sacarla de allí, con la excusa de que la fiesta debe continuar.

SIN ETIQUETASDonde viven las historias. Descúbrelo ahora