N/A: Hola!! Por fin me volvió la inspiración y os traigo este capítulo tan familiar de una de nuestras parejas favoritas. Espero que os guste y que le deis mucho amor. Como siempre, nos vemos en comentarios. Besos!!!
LEA
Estoy sentada en nuestra cama, esperando a que Ona salga del baño, cuando en mi móvil suena una notificación del grupo familiar que creó la madre de mi chica hace ya un tiempo. Hoy ha organizado una comida, que en principio iba a ser a la una, pero en el mensaje nos acaba de informar de que mejor retrasarlas a hasta las dos. Por lo visto ha tenido un problema con la paellera y está esperando a que mi padre llegue para prestarle la suya.
En verdad a Ona y a mí nos viene mejor, anoche estuvimos celebrando que las chicas ya han conseguido tres de los cuatro títulos a los que aspiran, y estamos reventadas. Acabamos de despertarnos, y ya habíamos asumido que llegaríamos algo tarde a ala comida, así que el cambio de horario nos viene que ni pintado.
- La comida al final es a las dos- le digo a mi chica cuando se tumba encima mío, cubierta solo por la toalla.
- Uh... eso quiere decir que tenemos algo de tiempo para...- dice empezando a dejar besos por mi cuello, acelerando mi pulso con cada uno de ellos.
- Ona... ¿No has tenido suficiente con lo de anoche?- pregunto mientras cubre mis labios con los suyos- ¿Ni con lo de esta madrugada?
- Nunca tengo suficiente de ti- susurra en mi oído antes de morder el lóbulo de mi oreja tirándooslos un poco de él.
- Pecas.... en serio- consigo decir entre besos- no tenemos tiempo.
- Ag, está bien, pero luego no te me escapas- dice dándome un apretón en el culo antes de dejarme salir de la cama para darme una ducha.
Nos arreglamos relativamente rápido, aunque como solo vamos a comer con nuestros padres, en casa de mis suegros, Ona se pone un vaquero y una sudadera, mientras que yo me pongo un vestido corto tipo boho con unas botas cowboy.
- Que guapa es mi prometida- dice abrazándome desde atrás.
Inevitablemente me pongo colorada, al igual que el resto de veces que se ha referido a mí como su prometida. Es increíble lo mucho que me hace sentir con esa palabra.
Llegamos a casa de sus padres a tiempo, y no toca poner la mesa con mi hermana mientras los "adultos", palabras de mi suegro no mías, terminan la comida. Cuando está todo listo nos sentamos a la mesa y disfrutamos de la paella que al parecer tanta guerra le ha dado a la madre de Ona.
- ¿Ya tenéis todas las invitaciones enviadas?- nos pregunta mi madre mientras comemos el postre.
- Sí, ya están todas enviadas y ya hemos recibido la mayoría de respuestas. De momento todos han confirmado- contesto yo abriéndole el helado a mi hermana.
- Yo creo que de mi parte solo quedan que confirmen las chicas de Manchester- contesta Ona.
- ¿Volveré a ver a Less, a Ella y a Mary? - pregunta ilusionada mi hermana en mi regazo mirando a Ona con ilusión.
- Si aceptan la invitación, sí princesa.
- ¿Habéis pensado ya en lo de las damas de honor? - pregunta esta vez la madre de Ona.
Y es que durante las últimas semanas nos habíamos estado devanando la cabeza para ver a quienes pediríamos que fueran nuestras damas de honor. No queremos que nadie se enfade ni se sienta desplazado, así que hemos tenido que pensar muy mucho a quien elegiríamos, pero al final hemos dado con la clave.
- Justo mañana hemos quedado con ellas para pedírselo. Les hemos preparado unas cajitas con un par de detalles y todas esas cosas que se llevan ahora- les explico mientras Ona saca su móvil para enseñar unas fotos que sacamos a una de las cajas.
Cuando terminamos la sobremesa, después de ayudar a recoger todo, Noa, Ona y yo nos ponemos a jugar con una pelota en el jardincillo que tiene la casa, mientras que nuestros padres se toman una copita y nuestras madres se ponen a hablar de no sé qué receta que una de ellas ha visto en tik tok.
Ona y yo habíamos pensado proponerle una cosa a mi hermana durante esta comida, hasta ahora no se había dado el momento oportuno, pero creo que ya he dado con la mejor idea para decírselo.
- Oye enana- digo cuando nos sentamos en el césped a descansar un poco, como siempre, ella está sentada entre nosotras dos- tenemos una propuesta que hacerte.
- ¿Qué es una propuesta? - pregunta al no habernos entendido.
- Pues es una pregunta- le responde Ona casi al instante- Tu hermana y yo queremos hacerte una pregunta muy importante.
La niña nos mira a ambas, como esperando a que alguna de las dos hable, y Ona me hace gestos indicándome que quiere que sea yo la que le haga la pregunta.
- A ver enana, tu sabes que nos vamos a casar y que estamos organizando todo- la niña asiente esperando a que siga- pues verás, hay una cosita de la boda, que nos gustaría que hicieras tú. Bueno, solo si a ti te apetece.
- ¿Y qué es? - pregunta curiosa.
- ¿Te apetecería ser nuestra niña de las flores? - le pregunto sin dar más vueltas.
- ¿Y qué haría?- pregunta al no saber cuál será su papel.
- Mira, levanta que te lo enseñamos- le dice Ona levantándose del césped y ayudándonos a nosotras dos.
Ona colocó a Noa en un punto del jardín, y a mí me colocó a unos pasos de distancia, simulando que yo estoy en el altar, y mi hermana al principio del pasillo. Mi chica le va explicando a Noa, paso a paso, lo que tendría que hacer hasta que llegan a mí.
- ¿Solo eso? - pregunta mientras se abraza a mí.
- Solo eso, y estamos seguras de que lo harás genial, ¿te apetece?
Mi hermana asiente frenéticamente, incluso empieza a dar saltitos de alegría, pero después de unos segundos se para en seco.
- ¿Iría yo sola delante de todos?- nos pregunta un poco tímida.
- Sí, pero nosotras estaremos solo a unos pasos de ti, y tu mamá estará sentada en la primera fila- le contesta Ona.
- Pero es que... es que... me da vergüenza - confiesa abrazándose más a mí- ¿no puede venir alguien más conmigo?
En ese momento miro a Ona buscando respuestas, pero enseguida se me cruza una idea por la mente que estoy segura que le va a encantar.
- Se me está ocurriendo una persona que puede acompañarte- le digo a mi hermana a la par que la cojo en brazos.
- ¿La conozco?- pregunta inclinando su cabecita.
Yo asiento antes de dejar un besito en su frente. Ona me mira con una ceja enarcada y le hago un gesto, diciendo sin palabras que luego se lo explico todo.
- Tengo otra duda- dice Noa mientras caminamos hacia la puerta de la casa- Después de que llegue a vosotras al final del pasillo.... ¿qué hago?
- Pues puedes sentarte al lado de mamá en la primera fila- le contesto resolutiva.
- ¿Y no puedo quedarme con vosotras?
Yo miro a Ona, que en cuanto escucha las palabras está asintiendo como una niña a la que le acaban de preguntar si quiere un dulce.
- Claro que puedes quedarte con nosotras, pero tendrás que portarte bien- le digo con mi mejor tono de madre.
- Me portaré genial, te lo prometo tata- dice dejando un beso en mi mejilla- Y a ti también Ona- dice ahora estirándose para dejar un beso en la mejilla pecosa de la futbolista.
N/A: ¿En quién habrá pensado Lea para que haga de niña de las flores con Noa? Estoy segura de que sabréis quién es, pero... ¿a quién escogerán de damas de honor? Me encantaría leer vuestras teorías, está boda va a ser un espectáculo. Os leo!!!
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SIN ETIQUETAS
FanfictionOna Batlle regresa a casa, tras varios años en Inglaterra vuelve a su amada Barcelona, llena de recuerdos y nuevos retos para su carrera. Lea Martínez estaba destinada a ser la mejor futbolista del mundo pero una lesión la impidió seguir su sueño. R...