LEA
El club ya ha hecho pública mi incorporación hace unos días, y lo cierto es que la gente se ha volcado conmigo en las redes sociales, aunque, por supuesto, no podía faltar algún hater, pero a esos prefiero no prestarles atención, más que nada por mi salud mental.
Aprovecho que las chicas están entrenando para sacarlas algunas fotos y subirlas a la cuenta oficial de Instagram del club, interactúo con los fans durante algún rato para luego irme a comer con el resto del equipo. Normalmente me siento con el equipo de fotógrafos, aunque como no están siempre en la ciudad deportiva, también suelo comer con el equipo técnico. Las chicas insisten en que me siente con ellas, pero creo que estaría un poco fuera de lugar, aunque no puedo negar que de vez en cuando he sucumbido a sus encantos.
Mi móvil suena sacándome de la conversación en la que estoy con los fotógrafos, es un número de teléfono desconocido, así que me disculpo con los demás y me levanto para responder con algo de privacidad.
- Dígame- responde entrando en una sala vacía.
- Lea- en el momento que escucho su voz me paralizo- Lea ¿estás ahí?
- Sí – es solo una palabra, pero me cuesta encontrar la voz para decirla.
- Necesito hablar contigo, es importante.
- ¿Sobre qué si se puede saber? – mi tono es más borde de lo que pretendía.
- Estoy por Barcelona, si te parece quedamos esta tarde, yo mañana me vuelvo a Madrid y necesito hablar contigo. Es hora de que sepas la verdad.
- ¿Sabes cuál es el bar que hay enfrente del Johan?
- Sí claro.
- Nos vemos en una hora allí.
- Está bien.
No contesto nada, simplemente cuelgo intentando controlar mis emociones, aunque me es imposible. Sin darme cuenta empiezo a hiperventilar, y a sentir como las paredes se van acercando más y más a mí, encerrándome. Los oídos me empiezan a zumbar. Me resbalo por la pared hasta quedar sentada en el suelo. No escucho cuando la puerta se abre, y tampoco soy capaz de distinguir de quien son las dos voces que intentan entrar en mi mente.
- Lea, por favor escúchame.
- Mapi creo que deberíamos llamar a alguien.
- No Ona, Lea no querría que nadie la viera así.
Noto como unos brazos tiran de mí para separarme de la pared, y como un cuerpo se sienta detrás de mí, recostando todo mi peso sobre sí.
- Lea, se que es difícil, pero tienes que intentar tranquilizarte. Estoy aquí contigo.
- Ona- consigo decir.
- Estoy aquí, pero tienes que intentar respirar más profundo, inténtalo conmigo.
Poco a poco voy sosegándome, pero en cuanto consigo que mi respiración vuelva a la normalidad rompo en llanto. Todo lo que no he llorado en cuatro años lo lloro ahora entre los brazos de Ona.
- ¿Quieres contarnos lo que ha pasado? – pregunta Mapi cuando ya me he relajado.
Ona sigue abrazándome desde atrás, y no tengo ninguna intención de alejarme de ella. Mapi pasea su mano por mi pierna intentando darme ánimos, y se que en ellas puedo confiar, además necesito contárselo a alguien.
- Antes he recibido una llamada de teléfono, mientras comíamos.
- ¿Quién era?
- La causante de que no pueda jugar, sé que es injusto referirme así a ella, que fue un accidente que le podría haber pasada a cualquiera, pero no sé.
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SIN ETIQUETAS
FanfictionOna Batlle regresa a casa, tras varios años en Inglaterra vuelve a su amada Barcelona, llena de recuerdos y nuevos retos para su carrera. Lea Martínez estaba destinada a ser la mejor futbolista del mundo pero una lesión la impidió seguir su sueño. R...