- ¿Que diablos estás haciendo, Nick? ¿Te has vuelto loco? Bueno, vaya pregunta es evidente que si. - Daniel bufó.
- No se de que me estás hablando Daniel, yo solo estoy del lado de mi familia, eres tú quien los ha traicionado y los ha cambiado por una puta. Eres tú el loco. -Nick señaló a su hermano.
- Tu no piensas eso Nick, estás rabioso porque tú no tuviste cojones de hacerlo, de cuidar de ella, no soportas que esté conmigo y por eso vas dando zarpazos. ¿ Por qué no admites que te as equivocado? ¿Crees que así Kate va a perdonarte?. - Daniel se sentó sobre su escritorio.
- A mi, hermano lo único que me interesa de esa furcia es su útero. No quiero que me perdone, tendría que perdonarla yo a ella por follarse a mi hermano. - Nick se sentó derrotado en uno de los sillones.
- Eres un orgulloso Nick. Tu sabrás, pero déjala en paz, no quiero que te acerques a ella, es mía, has perdido, asume de una vez eso, y sigue tu vida, ahora tienes a madre, no estás solo, confórmate con eso, ya le has hecho bastante daño a Kate y no voy a permitir que le hagas más. -Daniel estaba empezando a agotar su paciencia, conocía a su hermano demasiado bien como para saber, que estaba despechado y no iba a permitir que volviera a dañar a Kate o peor aún que intentara reconquistarla, sabía que Kate le había dicho que estaba enamorada de él, pero también sabía que Nick era su debilidad.
- Si yo quisiera, solo tendría que chasquear los dedos y tu gatita caería rendida a mis pies, pero no quiero, Daniel ¿Sabes por qué? Porque yo prefiero a mi familia. - Nick se levantó y se fue, no aguantaba más esa conversación, al final iba acabar descubriéndose y no quería, era demasiado orgulloso.
Nick llegó a su casa y encontró a su madre en el jardín, leyendo, se sentó a su lado, estaba abatido.
- Hola cariño, te veo algo afligido ¿Que te inquieta?. - Preguntó Catrina sin mirar a su hijo y con la vista fija en las páginas de su libro.
- Madre, ¿Porqué no olvidamos lo del ritual? Ahora estás aquí y podemos ser felices los tres, se que falta padre y mis hermanas, pero quizás debiéramos... Conformarnos. - Contestó Nick. Las palabras de su hermano le habían llegado, aunque no quisiera reconocerlo y no lo fuera a reconocer nunca, tenía razón, se había arrepentido en el mismo momento en el que se enteró de que ella y Daniel se habían acostado, su hermano tenía razón, no tuvo lo que había que tener osea cuidarla, el amor que sentía por madre le había cegado.
- Nick cielo, yo no te enseñé a conformarte, la hermandad me trajo aquí para convencerme de que deshiciera el maleficio, cuando les dije que no podía, me dejaron quedarme a cambio de prestar mis servicios a la causa, si no hacemos el ritual, me devolverán al otro lado ¿Lo entiendes cariño? Tenemos que hacerlo y reunirnos con nuestra familia. - Catrina cerró el libro y miro a su hijo con amor, el asintió.
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A Kate le costó mucho conciliar el sueño aquella noche, el reencuentro con Daniel había sido muy intenso, lo deseaba, y ahora sabía que las cosas cambiarían entre ellos pero..¿Cómo iba salir con un vampiro? El no envejeceria nunca, no podrían formar una familia, y ni siquiera sabía si el se conformaría con su sangre o dañaria a alguien, era todo muy complicado.. por no hablar de los rumores que se extendían por el colegio.
El reencuentro con Nick había sido horrible, ya no recordaba como era su mirada cuando no la odiaba, en el solo veia odio, había sido un cerdo con ella, le había hablado como a una cualquiera y la había atacado, todo aquello iba a ser muy difícil, Nick era profesor igual que ella, y se iban a ver a diario ¿Cómo iba a trabajar con alguien que quería matarla? Kate miraba el techo, no había vuelto a saber nada de la hermandad, al menos tenía algo bueno, cuando vio a Mindy en la enfermería, ella no le sacó el tema y eso lo agradeció.
Al final poco a poco Kate se fue durmiendo, dejando los pensamientos atrás y vencida por el sueño.
A la mañana siguiente se levantó con un gran dolor en su muñeca, Mindy le había dicho que no estaba roto, pero realmente le dolía mucho, se dio una ducha y se puso la muñequera, se vistió con unos vaqueros azul marino y una camiseta negra ajustada que dejaba un poco de su cintura al aire, se puso el pañuelo en el cuello y sus converse y se fue al colegio.
Cuando llegó, fue a la sala de profesores a por un café, aún era pronto y muchos de los alumnos y profesores ni siquiera habían llegado, cuando entró la sala estaba vacía, agradeció el poderse tomar unos minutos para preparar las clases, se hizo un café y se sentó en la gran mesa a revisar unos papeles.
La puerta se abrió y Nick entró con su habitual chándal, tenía el pelo húmedo porque se había dado una ducha después de haber estado corriendo un esto para despejar su mente, Kate levantó la vista y cuando lo vió recogió para irse. No iba estar allí a solas con el, no era idiota, pero cuando fue a salir la voz de Nick la detuvo.
- Te dejas el bolígrafo. - Kate se giró y fue a la mesa para cogerlo, Nick puso su mano encima de la de ella impidiendo que se moviera, sus ojos se chocaron.
- Suéltame Nick. - Dijo Kate aguantandole la mirada, Nick se acercó a su rostro.
- ¿Y si no quiero? ¿Se lo vas a decir a tu amado novio? ah no, espera que no lo amas. - Nick la miró buscando algo en su mirada y Kate se mordió el labio osea contener su ira.
- Que coño sabrás tú lo que es el amor, al menos el tiene corazón y sabe usarlo. - Siseó Kate, amedrentarse o callarse nunca había sido una cualidad suya.
Nick acercó más su rostro quedando a milímetros de su boca y rozó su nariz con la de Kate.
- Si me hubieras dejado morderte, quizás estaría loco por ti, o quizás lo esté, quién sabe..¿Eso te gustaría verdad, Caperucita?.- Kate estaba inmóvil, tenía que admitir que Nick sabía como descolocarla, tenía la vista fija en sus labios, esos que tantas veces había besado, inconscientemente humedeció los suyos y Nick sonrió.
- Me encantaría morderte ahora mismo preciosa. - Nick mordió su labio inferior conteniendo sus ganas de besarla y Kate rabiosa por qué la había dejado sin palabras, sintiéndose tonta y por lo que le estaba diciendo, saco fuerzas y se acercó más a él.
- Ni en tus mejores sueños, cretino. - Entonces tiro de su mano para liberarla y salió dejando a un Nick muy excitado con los ojos cerrados. Él pensó en que definitivamente, aquello iba a ser divertido, ella se apoyó contra la puerta, soltando el aire y pensando en que aquello iba a ser muy difícil, había dejado llegar a Nick demasiado lejos.
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Si Te Grito En Silencio.
RomanceHola!! Está es mi primera historia, agradecería mucho que si os gusta, dejarais vuestro voto ☺️🙏 La vida de Kate no había sido fácil, tras la muerte de su abuela vio un anuncio en un periódico donde necesitaban una profesora en un pueblo de Noruega...