Mi chófer

Epílogo

A Jennie últimamente se le hacía un tanto extraña la actitud de su novia, desde hace días Lisa actuaba de una forma nerviosa , un día la vio escabullirse junto con Lía al penthouse, extraño, si prácticamente Lisa y Lía también eran dueñas  aquel lugar, pero bueno, las hermanas Manobal en ocasiones eran extrañas, y Jennie decidía ignoran aquellas locuras de ellas, ya se había acostumbrado y no era nada novedoso aquellas actitudes de las hermanas.

En la noche mientras se preparaban para dormir, Jennie no pudo evitar mirar a Lisa mientras se ponía su camisa de la pijama, las cicatrices en la espalda, aquellas marcas que siempre estarían hay recordando lo sucedido.

Lisa nunca quiso contar lo sucedido en el lapso de tiempo en que Seulgi la privo de la libertad, solo la policía, y la psicóloga quien atendía el caso de la rubia lo sabían, Jennie no se atrevía a preguntarle, no quería tener que revivirle eso a Lisa, sabia lo difícil que había sido para ella poder superar el suceso, aunque no lo había hecho del todo poco a poco era superado, sabían a ciencia cierta que jamás lo olvidarían pero aprenderían a vivir con ese mal recuerdo, a pesar de eso Jennie sabia que tal vez algún día Lisa sea capaz de contarle a detalle lo que vivió allí, solo era cuestión de tiempo.

Aquellas marcas siempre serian el recordatorio de lo vivido, en especial la maraca en su pecho que les recordaba que Lisa estuvo al borde de la muerte, pero ahora solo querían vivir su presente y esperar que les deparaba el futuro.

_ Iré a ver si Lía ya se durmió o estará nuevamente mirando caricaturas a escondidas -hablo Lisa, queriendo escapar de la situación, no le paso por alto la mirada de Jennie sobre su cuerpo, sabiendo lo que se avecinaba, quería evitar a toda costa contarle a su novia lo que sucedió con Seulgi.

No lo hacia por miedo, era más bien que no quería que la castaña también tuviera que recordar eso, quería que Jennie no se sintiera mal y que se culpara de eso, como le conto Irene, Jennie durante el momento de la desaparición se culpaba constantemente, hasta que llego incluso a tener ataques de ansiedad y la única forma de tranquilizarla era sedándola.

_ ¿Lista para mañana? -le pregunto a su hermana mientras la arropaba.

_ Más que lista, ya quiero que salga el sol -Lía estaba emocionada a diferencia de Lisa que empezaba a ponerse nerviosa.

_ Solo recuerda no decir nada con respecto a eso, no queremos que se arruine.

_ Claro, prometo no decir nada, es un secreto entre nosotras, y bueno los señores Kim, Jeong, Jisoo, Rosé, Nayeon, Dami y la bruja -nombro a las personas que estaban al tanto de lo planeado por Lisa.

_ ¿Qué te he dicho sobre decirle de esa forma a Irene? -le reprendió pero aun así le empezó a hacer cosquillas a Lía, haciendo moverse como un gusano.

_ Que no lo haga -respondió entre risas.

_ Exacto, así que no le digas así, si no quieres decirle Irene puedes decirle Joohyun, ¿bueno? -la niña asintió sonriente, aunque su odio por Irene se había desvanecido se había acostumbrado tanto a llamarla bruja que incluso lo decía sin querer -bueno, descansa, y ya sabes, es un secreto -poniéndole un dedo sobre los labios de su hermana le dijo -te quiero -dejándole un beso en la frente se retiro de la habitación dejando descansar a su hermana, pues mañana era un gran día y todos necesitaban recargar sus energías al cien.

Se recostó en la cama abrazando a su novia, esta le correspondió de igual manera entrelazando sus piernas. 

_ Amor -hablo Jennie mientras trazaba líneas imaginarias sobre le pecho de Lisa.

_ Dime -las manos de la rubia se escabulleron bajo la blusa de Jennie dándole caricias a la fina y suave a la espalda. 

_ Sabes muy bien que tu dolor es mi dolor, que tu miedo es mi miedo, ¿verdad? -murmuro sin atreverse a mirarla, no quería que al hacerlo viera la incomodidad de Lisa.