Lisa despertó con las mejor actitud, estaba muy emocionada por el primer día de trabajo, el primero dónde está bajo contrato, y de algo que si estaba segura que iba a ser lo imposible para no perderlo.
Con muchas energías fue al baño para prepararse para su nuevo empleo, el agua fría que caía sobre su cuerpo le relajo sus músculos y quitó cualquier rastro de sueño.
Luego de estar vestida y terminando de ponerse sus zapatos, se peino su cabello rubio, dejandolo suelto.
- Bueno, no me estoy tan mal - dijo mirandose al pequeño espejo que estaba colgado en el baño - aunque la camisa me queda un poco pequeña, ese pollo debería de crecer un poquito más - la camisa blanca que la rubia vestía le pertencia a Jisoo, que amablemente se la presto.
Luego despertó a su hermana, mientras ella se arreglaba para el colegio, Lisa preparaba el desayuno.
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El molesto sonido de la alarma hizo que la castaña se levantará con un peor humor.
- Jen, levántate - dijo Nayeon removiendola.
- Ash, déjame dormir Nay - la nombrada tomo las sábanas y las retiro lejos del cuerpo.
- Y apúrate que llegaremos tarde a la uni - Nayeon salío de la habitación.
Con las energías por el suelo de dirigió al baño, dónde preparó su rutinario baño de espuma
Ya dentro de la tina, con el agua a una temperatura perfecta para Jennie, sentía sus músculos relajarse, pero el agua no le quitaba el sueño, no, le hacía tener más.
- ¡Apúrate Jen! - Jennie se sobresalto por el repentino grito de su amiga, haciendo que se despertará - ya llevas media hora hay, ¿Sigues viva? - dijo con burla Nayeon.
- ¡No exageres Bunny! - dijo Jennie virando sus ojos.
- No exagero, es la verdad, llevas exactamente treinta y cinco minutos allí metida, y si no estás lista en menos de díez minutos llegaremos tarde, no tardé super tarde, y sabes que el examen de hoy no podemos perderlo.
Jennie no respondió, y Nayeon salío nuevamente de la habitación aguantando la risa. La chica con aspecto de un conejito tierno llegó a la habitación donde siempre dormía cuando se quedaba en la casa de su amiga, y en cuanto estuvo entre las sábanas su risa paso a ser una carcajada por la broma a su amiga.
Tomo su teléfono y confirmo la hora, las cinco y treinta de la mañana, con sus manos cubrió su boca cuando su risa se hizo más fuerte, no quería despertar a los señores Kim.
Luego aún con su teléfono en su mano abrió la aplicación de mensajería y le escribo a una persona en especial.
•Buenos días mi YonYon
Luego de enviar aquel mensaje sonrió como boba enamorada.
Ya estaba a punto de conciliar el sueño cuando escucho el grito de Jennie.
'NAYEON, MALDITASEA, SON LAS CINCO Y CUARENTA DE LA MADRUGADA!
La nombrada río aún más fuerte.
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Lisa luego de dejar a su hermana en su colegio, condujo su bicicleta ya vieja y desgastada hasta la casa de los Kim, dónde Jong la esperaba con ansias.
Lisa ingreso por el gran portón, los hombres de seguridad ya la conocían así que la dejaron entrar sin problema.
Dejo su bicicleta en un cuarto donde habitualmente los empleados dejaban sus cosas, luego de confirmar que su ropa no tuviera algún rastro de suciedad fue hacía la gran casa.
- Buenos días señor - dijo la rubia haciendo una reverencia.
- Buenos días señorita, muy puntual - dijo Jong mirando su costoso reloj en su mano - ahora venga conmigo.
Lisa siguió al señor, hasta que se detuvieron frente a lo que parecía ser un garage.
- Este es el auto que usted va a conducir.
El señor Kim le enseño el auto negro, y le dijo varias cosas más en cuanto a este, Lisa estaba muy atenta a las palabras del hombre, cada detalle era muy importante para ella.
- Ya todo dicho, es hora de presentarla con mi hija.
"Diosito soy yo de nuevo"
Jennie quien acababa de desayunar y ahora salía junto a su amiga.
- Dejame de mirarme así - se quejo Nayeon de la mirada tan dura que le daba su amiga.
- Pues no me hace gracia lo que hiciste Nayeon - la nombrada se rió nuevamente, ante la dura mirada de Jennie.
Antes de que Nayeon respondiera el padre de Jennie llegó.
- Hija, ¿Ya te ibas? -Jennie asintió - pues antes de que lo hagas, te quiero presentar a tu nueva chófer - Jennie sonrió feliz y no le prestó mucha atención a las palabras de su progenitor - Te presento a Lisa, tu nueva Chófer.
Si Jennie tuviera algo en sus manos seguramente lo tiraría, pero su rostro de sorpresa se desfumo al ver la sonrisa victoriosa que tenía la rubia, quién se encontraba tras su padre.
- ¡¿QUE?! -el grito de Jennie resonó hasta la otra cuadra.
