Lisa dejó su plato a un lado y en el proceso de levantarse de su asiento la silla cayó, y corrió lo más rápido que pudo.
Ya acercándose a la piscina resbaló un poco en el césped, Jennie simplemente se estaba hundiendo en el agua, no luchaba por salir, sin importarle nada Lisa se lanzó directo a la piscina en un clavado, nadando lo más rápido que pudo llegó a Jennie, tomándola de la cintura empezó a salir a la superficie, haciendo esfuerzo para sacar a Jennie, quién aunque tuviera una complexión delgada pesaba un poco.
Jeongyeong y la cocinera quienes habían ido tras Lisa luego de ver como ella había salido corriendo como alma que lleva el diablo observaban preocupadas a Lisa sacando a una Jennie inconsciente.
Con Jennie en brazos Lisa nadó hasta las escaleras, salió de la piscina y recostó a Jennie en el suelo.
_ ¡Ve y llama a la señora Kim!, ¡y Jeong trae toallas! -pronunció angustiada Lisa.
A los pocos segundos de que Lisa hiciera presión al pecho de Jennie está empezó a escupir el agua que había podido tratar, y poco a poco recobrado el conocimiento.
_ ¿Está bien señorita? -inesperadamente Jennie se aferró a Lisa como un koala comenzando a sollozar.
Lisa al principio quedó fría al ser abrazada por Jennie, pero pensó que tal vez ella estaba buscando un consuelo, así que le concedió un abrazo igualmente, dándole suaves caricias a su espalda, susurrandole palabras tranquilizadoras al oído.
Jeongyeong llegó con las toallas sorprendiéndose por la extraña y comprometedora posición en la que estaba su amiga y Jennie, la castaña estaba sentada en el regazo de Lisa, con sus brazos alrededor del cuello, pero decidió callar y limitarse a darle las toallas a Lisa, para que tanto ella como Jennie se secaran.
_ ¡Hija!, ¿estás bien? -la señora Kim quién llegó apresuramente hacia Jennie la examino, pero Jennie seguía aferrada a Lisa ya aminorando sus sollozos y tranquilizando sus temblores -ve y comunicase con el doctor, que venga enseguida -ordenó la señora a una de las empleadas que habían llegado junto a ella, luego de escuchar el alboroto.
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El doctor había salido de la habitación de Jennie y enseguida la señora Kim se acercó a él para saber el estado de su hija.
En palabras del doctor, Jennie se encontraba bien, solo que podría tener un leve resfriado por permanecer bastante tiempo con ropa húmeda, pero que en sí todo estaba en orden.
Pero mientras la señora Kim hablaba con el doctor, Lisa se escabullo en la habitación de Jennie, pero claro Jennie sin saber de quien de trataba le dejo entrar a su habitación luego de escuchar unos leves golpes.
_ Ah, eras tú -dijo Jennie en un tono irritado.
_ Yo solo venía para ver y saber si se encontraba bien - pronunció Lisa ignorando el tono irritado de la castaña.
_ Pues ya ve que estoy en perfectas condiciones, así que puede retirarse de mi habitación -Jennie le señaló la puerta.
_ ¿Nunca va a cambiar verdad? -Jennie no respondió -Si, nunca lo va a hacer, la verdad ni se porque estoy aquí, así que me retiró señorita Jennie, que tenga buena noche.
Lisa camino hacia la puerta, murmurando maldiciones hacia Jennie y su actitud malcriada, ni un gracias había recibido por salvarle la vida.
Jennie observo a Lisa a punto de cruzar la puerta y tratándose su orgullo habló.
_ Gracias -Lisa se detuvo abruptamente al escuchar tal palabra, enserió le había agradecido -de ser otra persona me habría dejado morir, así que muchas gracias -Lisa se giró para observar a Jennie.
_ No tiene nada que agradecer, solo hice lo que me instinto me dijo, y me alegro que este bien.
_ De igual manera, gracias Lisa.
Si antes Lisa estaba sorprendida ahora lo estaba más, enserió la había llamado por su nombre.
"Debo de estar soñando"
_ ¿Se sabe mi nombre? -dijo aún sorprendida Lisa.
_ Puede que parezca tonta y distraída pero no lo soy.
Pero bueno realmente Jennie recordaba el nombre de Lisa por Nayeon, no porque realmente ella lo recordara.
_ Si, eso es todo me retiro señorita.
Lisa estaba a punto de cerrar la puerta pero Jennie la detuvo.
_ ¡Espera! -Lisa le presto atención -se puede saber ¿por qué me dice niñita engreída y caprichosa? -le reclamo en un tono casi infantil.
_ Tal vez, porque lo es -bromeó Lisa, y de no ser que salió enseguida y cerró la puerta un peluche le habría impactado en el rostro.
Ambas sin saberlo sonrieron por la reciente interacción que tuvieron sin peleas o comentarios irónicos en medio.
Y Jennie se sorprendió por haber sonreído cosa que no hace hace mucho tiempo.
Lisa quien ya se dirigiría a su hogar junto a Jeongyeong, tenía una sonrisa en su rostro, cosa que se le hizo rara.
_ ¿Qué pasa? -preguntó Lisa al ver como su amiga la observaba.
_ Nada, nada.
_ Más te vale Jeong. Y apúrate que ya quiero ver a Dami.
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Lisa y Jeongyeong finalmente se reencontraron con Dami, el momento fue muy emotivo, las antes mencionadas junto con Jisoo y Rosé se abrazaron fuertemente.
Seguido de eso pasaron un buen rato juntas, pero al ya ser demasiado tarde y algunas tenían que trabajar desde temprano cada una se fue a su hogar, en otra ocasión se pondrían al tanto de todo.
Al final la única que quedó en casa de Lisa fue Rosé, ya que en dicho lugar fue donde se realizó la pequeña reunión.
_ Lis, ya que estamos solas quiero aprovechar para confesarte algo que me he estado guardando por mucho tiempo.
Rosé estaba dispuesta a por fin confesar todo lo que sentía por Lisa, pero claro con la ayuda de Jisoo quien era la que la conocía mejor pudo obsequiarle regalos a Lisa durante las semanas transcurridas, y con la misma ayuda de Jisoo se pudo armar al cien por ciento de valor para poder confesar, sin saber realmente que estaba lastimando a la persona que le ayudo.
_ No se si sean las palabras correctas para decirlo, a mi me gusta alguien Lis, y desde hace mucho tiempo, esa persona es maravillosa, aparte de ser hermosa, es atenta, educada, que no le importa dar su vida por las personas que ama...
Lisa quien era consciente del enamoramiento que Jisoo tenía por Rosé pensó que la rubia le correspondía a su pelinegra amiga, ya que prácticamente la seguía describiendo, cuan equivocada estaba.
