Todo quedo en silencio, en la sala solo se escuchaba el sonido de las manecillas del reloj correr, del otro lado de la ventana estaban igual, la confesión de Seulgi las había dejado pasmadas.
Como era posible, tal suceso.
No había sido ella, no había planeado todo eso sola, alguien más le había ordenado a hacerlo, no quería pero fue obligada.
El oficial le preguntaba, quería que revelará el nombre de la verdadera culpable, pero Seulgi no era capaz, se sentía con una soga en el cuello.
—Ya, confieze de una vez por todas -le exigió el oficial- si confiesa puedo hacer algo por usted y quedara como una víctima más, pero necesito el nombre, solo eso, del resto me encargo yo.
Seulgi se tomó su tiempo, tal vez luego de hablar su vida muy posiblemente corría riesgo.
—¿Quién podrá ser? -del otro lado Jisoo hablaba estando junto con Lisa -¿Será que la conocemos?
—Ni idea, solo espero que diga quien es -le respondió Lisa estando al punto de comerse la uñas por la incógnita.
—¿Seulgi? -el oficial siguió insistiendo.
—Park -se detuvo al instante.
—¿Park? -cuestionó el hombre -Park, ¿Qué?
—Park Rosé.
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Cayeron jajaja 😂.
Vayan a leer mi otra historia, no sean así.
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