Capítulo 22: Distracción y problemas

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° Roier °


Había agotado toda mi energía, nada más llegar a casa cumplió con lo que le pedí, tuvimos sexo en su oficina, después cenamos, reposamos unos minutos y repetimos en la sala una vez doña Luisa se había ido, lo monte hasta cansarme, fuimos a nuestra habitación nos duchamos y nos acostamos a dormir, pero al día siguiente desperté con Nussa entre mis piernas haciéndome una mamada, el orgasmo fue tan intenso que no pude moverme por al menos veinte minutos, una vez me recupere ambos bajamos a desayunar, por poco se repetía la escena de la otra vez, pero gracias al cielo doña Luisa llego y nos hizo la plática.


Nos contó sobre su esposo y lo importante que era la confianza y comunicación en un matrimonio... así es nos estaba sermoneando sobre eso ya que al parecer las parejas de ahora no están lo suficientemente comprometidas, que por cualquier cosa se separan, la escuchamos hablar por una hora entera, no me importaba eso, ese tiempo lo estaba usando para pensar en una forma de sacar a Cellbit de aquel sótano, ahora que podía porque cuando Cucurucho se ponía encima de mí no podía pensar en otra cosa que en su pene dentro de mi cuerpo, tenía esa maldita habilidad de hacerme perder la noción del tiempo cuando estábamos teniendo sexo.


Para entretenerlo otro poco más le propuse ir a un restaurante a almorzar, me cumplió el capricho como siempre, esta vez le pedí que el condujera, porque quería que fuéramos a otra parte cuando termináramos, el acepto por curiosidad.


Mi plan era llevarlo hasta el otro lado de la ciudad, a la playa eso estaba demasiado lejos, eso le daría a Cellbit un día más de vida, Nussa comenzó a quejarse, pero cuando le dije que quería que tuviéramos sexo en la playa cerro la boca y condujo con felicidad lo que restaba del camino, a decir verdad ya nada era del todo novedoso, nosotros habíamos tenido sexo en tantos lugares habidos y por haber, en el auto, en la playa, en el baño de aquel restaurante italiano, en el club, en la esquina de un bar me la chupo... en fin, demasiada historia, no había nada que no hubiera probado con él.


Una vez llegamos rentamos una cabaña para poder pasar la noche ahí, después caminamos parte de la tarde tomados de la mano y jugamos un poco con el agua, a decir verdad era algo relajante y tranquilo... al menos lo seria si no tuviera la constante presión de pensar en una solución, fuimos a comer y después nos recostamos sobre la arena viendo el atardecer, al menos esa era la idea porque llego un momento donde comenzamos a besarnos, al principio eran besos inocentes, pero ahora mismo me encontraba sobre el meciéndome para crear fricción, ambos jadeábamos de excitación, cualquiera podría vernos y eso lo hacía más emocionante.


- Mi Ro anda insaciable al parecer – se burla al separarnos y poder tomar un poco de aire, sonrió coqueto.

- Me has tenido un poco olvidado este tiempo osito – contesto mientras seguía restregándome contra él.

- Tú eras el que no querías mi vida – refuta divertido mientras comenzaba a meter sus manos bajo mi camiseta.

- No quería lastimarte, pero ya no podía soportarlo, extrañaba tu gran pito en mi culo – suelto con descaro, sabía que le prendía cuando hablaba así, sonrió satisfecho al escuchar el gemido que salió de su boca al escucharme decir eso.

- Demuéstrame que tanto extrañabas mi verga en tu hermoso trasero – responde entre jadeos.


Game Over | QSMP AU | GuapoduoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora