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Capítulo 29: Charla importante.

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° Cellbit °

Estaba realmente en shock, Ro había llegado a la casa de Jaiden y Baghera, no tuve tiempo de reaccionar cuando ya me habían arrastrado fuera de la sala, me encontraba con los demás en la habitación de la rubia, estaba realmente ansioso, cuando vino el señor De Luque por los demás y trajo a Jai diciendo que esperara ahí con ella solo me dio más ansiedad... ¿acaso Roier no quería verme?, aquel pensamiento me entristeció bastante, yo moría por poder acercarme, pero parecía que él no sentía lo mismo.

Estoy sentado sobre la cama perdido en mis pensamientos, ni si quiera le prestaba atención a mi amiga que estaba a mi lado, estaba realmente decepcionado, estaba buscando una razón por la que Ro no quería verme, ¿le abre dicho algo que lo incomodo?, tal vez simplemente ya no quería tener contacto conmigo, después de todo fui yo el que involucro a Jai aquella vez en ese estúpido plan.

- Debes calmarte, no puedes estar en ese estado de ánimo, preocuparas a Roier – me saca de mis pensamientos la voz de Jaiden, volteo a verla tan rápido que me duele el cuello.

- ¿El querrá verme? – pregunto con esperanza, ella me sonríe con cariño.

- Sí, solo dale su tiempo para que hable con los demás, él está un poco ofuscado, pero él te lo explicara cuando venga aquí a hablar contigo – me lo dice con el fin de tranquilizarme, pero tiene el efecto contrario, Ro vendría a hablar conmigo a solas... específicamente conmigo, mi corazón esta tan acelerado que creo que me desmayare por la mezcla de emociones.

- Dije que te calmaras Cellbit – me regaña con gracia, asiento frenéticamente y me enderezo poniéndome de pie, paso mis manos por mi cabello acomodándolo.

Escucho la puerta abrirse y me obligo a no voltear como un desquiciado, me las arreglo para hacerlo tranquilo y un rostro neutro o al menos eso pretendo, no sé si logro mi objetivo, ahí está mi guapito con su padre, noto sus ojos brillosos y está algo sonrojado, seguramente había llorado, el señor De Luque saca a Jaiden de la habitación avisando que volvería en un minuto, el silencio se hace, no quería hablar primero, me sentía ansioso y seguramente lo primero que saldría de mi boca sería algo que lo alteraría.

- Hola Cell, lamento mucho la visita inesperada, no era así como había planeado el verte de nuevo – se sincera conmigo con una tímida sonrisa, tenía unas enormes ganas de abrazarlo, pero no me acerco, no era tan valiente.

- No te preocupes, soy de las personas que creen que las cosas pasan por algo – comento quitándole importancia a la situación, quería verme relajado aunque por dentro quisiera acariciar su rostro y probar sus labios, esos que llevaba añorando desde que nos conocimos.

- Claro... - se hace el silencio, él ve la habitación con atención, sabía que estaba evitando verme, mientras yo solo podía verlo de pies a cabeza, se veía realmente hermoso, el rojo definitivamente era su color.

- Te ves muy bien Ro – me atrevo a decir, por fin nuestros ojos se encuentran, siento un cosquilleo en mi estómago.

- Gracias, he tratado de volver a una rutina normal, mi familia me ha ayudado con eso... tu igual te ves bien – me sonríe tímido, detengo el suspiro que quería salir, debía calmar a mi corazón antes de decir o hacer algo que lo incomode.

Antes de volvernos a sumir a un silencio sepulcral entra el padre de Ro con una sonrisa sincera y brillante, se para a un lado de su hijo y lo toma de la mano con cariño.