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Capítulo 36: ¿Novios?

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° Roier °

El día de hoy me sentía realmente mal, ayer había salido con el McCombo paseamos por la isla en el auto de Osvaldo, había estado lloviendo, pero aun así quisimos ir por un helado, ya saben para aclimatar el cuerpo, pero el lugar al que querían ir estaba del otro lado de la ciudad, el Mariana iba conduciendo bastante rápido porque la carretera estaba vacía por el clima que hacía.

Nos estábamos divirtiendo demasiado a pesar de solo estar recorriendo la ciudad en el auto, íbamos cantando y charlando animadamente, atrás habíamos estado Rivers y yo, mientras Aldo iba de copiloto, al final de cuentas comenzó a sonar I need a hero, cantamos a todo pulmón y cuando estaba por acabar Osvaldo abrió su ventanilla y grito a todo pulmón: "Somos los reyes del mundo", acto seguido caímos en un gran bache, se ponchó la llanta dejándonos varados a la mitad del camino.

Tuvimos que bajarnos a cambiar en neumático, Rivers y yo nos encargábamos de hacer señales para que los otros autos nos rebasaran, mientras los otros dos se ponían manos a la obra, no había tantos autos así que mejor me puse a grabarlos ya que me di cuenta que les estaba costando algo de trabajo cambiar en neumático, terminamos completamente empapados cuando por fin pudieron ponerlo como se debía.

A pesar del percance aun así fuimos por el jodido helado, mientras comíamos decidí mandar el video a nuestro grupo de amigos que habíamos creado para la organización de la fiesta de Forever hacer ya unos meses, nos lo comimos y todavía se nos ocurrió ir a la plaza central, ahí había un parque bastante bonito, seguía lloviendo, pero aun así nos bajamos a subirnos a los malditos juegos, parecía que teníamos trece años de nueva cuenta.

Toda esa diversión termino cuando dieron la una de la madrugada, parecíamos loquitos del centro, además de que ya hacía más frio que antes, volvimos a subir al auto de Osvaldo y nos llevó a su casa, ahí pasaríamos la noche... ahora ya era el otro día, estaba acostado con Mariana y Aldo, estábamos abrazados entre nosotros, me dolía horrible la cabeza y cuerpo, comienzo a toser, eso no era buena señal.

Despiertan mis amigos volteando a verme, les sonrió realmente cansado, no quería ni levantarme de la cama, me acurruco más contra el cuerpo de Mariana, ambos comienzan a reírse, rápidamente se aparta el más alto.

- Mien me vas a contagiar, hazte pa allá – dice con la voz ronca por acabar de despertarse.

- Ay pinche mamón, ni que tuviera tuberculosis o alguna de esas chingaderas – me quejo con el ceño fruncido.

- Vamos a prepárate un té o algo – ignora mi comentario y sale de su habitación, seguramente iría a despertar a Rivis que estaba en la de invitados.

- Te ayudare a darte un buen baño mi Roier – Aldo me ayuda a levantarme y nos dirigimos al baño.

- Ay mi amor, que me voy a calentar y no va a ser por el agua – bromeo con descaro, ambos nos reímos.

- Nada más porque tu terapeuta no te permite tener sexo sino hacíamos trio en la gran bañera del Osvaldo – me sigue la broma.

- En realidad ya estoy completamente libre para esas cosas, así que como vas cabrón, encuérese – me siento en el filo de la bañera, ambos seguimos riéndonos.