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Capítulo 46: Cena incomoda.

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° Roier °

Había pasado unos días, no había visto a nadie más que a Aldo y Luzu, me había sentido realmente mal, incluso me modifico mi dosis de medicamentos tal parece que eso también había provocado mis pesadillas, había sido difícil adaptarme a la nueva dosis, eran medicamentos nuevos ya que al parecer los que estaba tomando ya no hacían el efecto esperado, Aldo mantuvo al tanto a todos sobre mi estado de salud.

Tal parece que el suceso del medicamento me había desbalanceado bastante ya que la única persona a la que quería ver era a Aldo, Luzu me explico que eso se debía a que él fue con quien estuve al hacer el cambio de medicina, hoy me encontraba muchísimo mejor, estaba acostado casi encima de mi mejor amigo él no se quejaba, pero sabía que estaba cansado, no había podido dormir ya que estaba cuidándome.

- ¿Cómo estas Ro? – pregunto con un bostezo.

- Bien... mejor creo que ya te puedo dejar ir a tu casa, estare bien – le aseguro quitando mi cabeza de su pecho y me acurruco contra mi almohada, él me abraza de nuevo.

- No me iré hasta que estés bien, jamás te dejaría en este estado – acaricia mis brazos con cariño fraternal.

- Te lo prometo Aldo estoy bien, debes dormir llevas metido en mi casa casi una semana con mi ropa y sin dormir más de dos horas al día que es cuando viene Luzu a revisarme minuciosamente, hoy me entregaría los resultados de mi estudio así que estaré bien – trato de convencerlo, él me voltea para verme a la cara.

- ¿Qué pasara si los resultados no son buenos y yo no estoy? – pregunta realmente preocupado.

- Bueno pues tendré que sobrellevarlo – sonrió tratando de darle tranquilidad.

- Roier... – lo interrumpo antes de que continúe negándose.

- Estaré bien Aldo, estas comenzando a fastidiarme – bromeo mostrando que mi estado de humor esta mil veces mejor.

- Llamare a Cellbit – sentencia.

- ¡NO!... no quiero que me vea así, aún estoy algo inestable – pido con un puchero, él se ríe.

- Definitivamente lo llamare, que te cuide un día después volveré – asegura, me cruzo de brazos.

- Estas siendo ridículo.

- Tú eres el ridículo Ro, es tu pareja después de todo tiene que aprender a lidiar con esto – aconseja con una mirada comprensiva.

- De acuerdo... pero vuelves, ¿sí?, te convertiste en mi oso de felpa y lo quiero de vuelta – bromeo, ambos nos reímos.

- No dirás eso una vez que tu gatinho este aquí – se burla, me sonrojo sin poder evitarlo.

- Hare el almuerzo – le doy un beso en la mejilla como muestra de mi agradecimiento y me voy a la cocina.

Comemos después de unos minutos, Aldo se veía realmente cansado, sus ojeras delataban eso y sus bostezos cada ciertos minutos, llaman a la puerta y me pongo alerta... demasiado a decir verdad, mi amigo me calma y va a abrir, escucho voces veo a Luzu y detrás de él está Cellbit, me acerco a mi psiquiatra y lo abrazo con fuerza.

- Dime que estoy bien, por favor – suplico ansioso.

- Tranquilo Ro, apenas los abriré, dijiste que querías que lo hiciera frente a ti.