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Capítulo 13: Linda casualidad.

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° Cellbit °

Habían pasado dos semanas después de haber visto a Roier en el club, me había mantenido sumergido en la investigación, revisando cada informe que el castaño había redactado tratando de encontrar algún patrón o cosa que nos ayudara a acelerar la investigación, había ido a mi casa a darme una ducha rápida ya que habían pasado algunos días que no había salido de la oficina.

De camino al cuartel me detengo en una cafetería a comprarme un café y poder reponer baterías, me pido un americano cargado y sin azúcar, mientras espero mi pedido me voy a sentar a una mesa cerca de la salida, la campanita del lugar sonaba constantemente anunciando la entrada o salida de clientes, yo estaba enfocado en mi teléfono revisando algunas fotos obtenidas de las cámaras de seguridad.

- Cellbit – me llama la persona que preparo mi café, me levanto para ir a tomarlo y poder salir del establecimiento.

Cuando me doy la vuelta dispuesto a salir lo veo entrar con una enorme sonrisa, lo sigue de cerca un hombre regordete... ¿acaso estaba soñando?, no lo creo, si fuera un sueño Roier no se vería tan cansado y demacrado, el voltea y nuestras miradas se encuentran, parece igual de sorprendido que yo, lo veo dudar, le dice algo a su acompañante y este sale del establecimiento, después de eso se me acerca rápidamente, contengo la respiración sin poder evitarlo.

- Hola Cell... ¿Cómo han estado en el cuartel? – me pregunta en voz baja para que solo yo lo escuche, sonrió ampliamente hacia su dirección, tenia muchísimas ganas de abrazarlo, pero me contengo.

- Bueno han estado algo inquietos por tu repentina desaparición, pero estamos bien, investigando por medio de las cámaras de seguridad – le informo rápidamente también en voz baja, me corresponde la sonrisa, aunque la suya parece más una mueca.

- Me alegro que estén avanzando... ¿podrías decirle a Jaiden que estoy bien?, ella suele preocuparse mucho y no quiero que este tan estresada por mi culpa – me pide con un dejo de tristeza, asiento y acaricio su brazo como muestra de apoyo.

- Yo le daré tu mensaje... pero enserio ¿estás bien? – pregunto con genuina preocupación, la mueca se acentúa en su bello rostro.

- Lo estaré... están pasando cosas realmente densas, si tengo oportunidad de mandarles algo de información esta noche lo hare, no puedo hablar mucho contigo, me estoy arriesgando mucho el que me vean cerca de ti – dice mientras ve a nuestro alrededor con disimulo para saber si había ojos chismosos sobre nosotros.

- De acuerdo... solo... cuídate ¿sí?, me preocupas mucho guapito – susurro lo último apartando por fin mi mano de su cuerpo, parece escucharme porque ahora si me sonríe genuinamente, había un pequeño brillo en sus ojos.

- No pasa na... - se ve interrumpido por una voz a su espalda, me congelo en mi lugar, era Cucurucho.

- Amor ¿Por qué tardas tanto? – le cuestiona con tranquilidad mientras su ojos grises están puestos en mí.

- Oh, no te preocupes osito, me encontré con este tipo con el que me arrestaron, solo nos acercamos a saludar... disculpa, ¿Cuál es tu nombre? – me pregunta el castaño con fingida confusión, era realmente bueno actuando, trato de mantener el rostro sereno.

- Me llamo Jesse, un gusto al fin coincidir Zibá – contesto como si no lleváramos unos minutos charlando.

- Si bueno... yo no diría que gusto, no es grato encontrarte con alguien con el que compartiste celda, nos vemos por ahí... bueno esperemos que no – dice indiferente, Cucurucho envuelve su brazo en la cintura del castaño, una molestia oprimente se instala en mi pecho.