Capítulo 20: Misterios y Hallazgos Extraños

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Al día siguiente, Donkey se levantó un poco más tarde de lo habitual, y supuso que Diddy haría lo mismo porque ya no iba a tener clases. Aun si el día aparentaba ser tranquilo, se sintió un poco mal de haber discutido con su sobrino la noche anterior, a pesar de que no era la primera vez que discutían por el mismo motivo. Donkey quiso ir a verlo para aclarar las cosas y fue hasta su habitación.

—Diddy, ¿estás despierto? —lo llamó a la puerta, la cual estaba ajustada por lo que pudo pasar sin problemas—. Pequeño amigo, solo quería hablar conti...

Cuando Donkey entró, solo vio las cosas de la habitación de Diddy, pero no había ningún rastro de su sobrino, lo cual le pareció un poco raro.

—¿Diddy? —lo volvió a llamar.

Donkey lo buscó por toda su habitación, pero por algún motivo, Diddy no estaba. Luego, lo buscó y lo llamó por toda la casa, pero no recibió respuesta alguna, lo cual estaba pareciéndole inusual a esas horas.

¡DIDDY!

A lo mejor supuso que su sobrino había salido por un rato debido a los malos días que había tenido, así que decidió esperar un poco más.

Después de desayunar, Donkey se quedó en casa un par de horas, pero... ¿Diddy no se pronunciaba aún? Eso se le estaba haciendo bastante raro. Fue a buscarlo también en la cueva donde almacenaban la reserva de bananas, pero tampoco recibió respuesta alguna.

Decidió ir hasta la casa de Funky a preguntar si Diddy no estaba ahí o si no lo había visto por la playa.

—¡Funky! —lo llamó Donkey desde lejos mientras Funky se hallaba ajustando unos aparatos.

—¿Qué tal, hermano? —lo saludó Funky justo antes de notar su preocupación—. ¿Qué sucede?

—¿Diddy no ha estado por aquí de casualidad?

—No, hermano, no lo he visto. ¿Por qué?

—Quería hablar con él, pero cuando entré a su habitación, no estaba... y no sé dónde está ahora.

—Hmm, quizás ande paseando por ahí. Pero al menos yo no lo he visto hoy.

Donkey tan solo miró hacia otro lado, a su vez que adoptaba una mayor preocupación.

Luego, se dirigió a la cabaña de Cranky a buscarlo, en donde no había nadie, pero tenía acceso de todas formas. Pero allá tampoco halló rastro de su pequeño sobrino. Así que se dirigió hasta la casa de Candy.

—No lo he visto, cariño, ¿por qué? —le respondió Candy luego de que Donkey le preguntara por Diddy.

—Yo tampoco lo he visto casi toda la mañana. Lo llamé por toda la casa y no estaba.

—¿Y no estará en la escuela pensando que aún hay clases o tuvo algo pendiente que hacer? Puede que se haya tenido que ir allá de emergencia.

Donkey se dirigió a Kong Kollege para cerciorarse. Allí solo estaba el maestro Pinky arreglando unos papeles de los estudiantes salientes.

—Señor Pinky, buenos días —le dijo Donkey al ingresar.

—¿Qué tal, señor Donkey? —le respondió Pinky con formalidad—. ¿Qué le trae por aquí?

—¿Por si acaso Diddy no ha venido por aquí?

—No, señor Donkey. De hecho, él debería haber venido a retirar su certificado y hablar cómo podríamos compensar su trabajo final. ¿Qué ha sucedido con él?

—No lo he visto en casi toda la mañana, y en la casa no está.

—Pues no, señor Donkey, no lo he visto.

La Isla del Huracán [Diddy Kong x Dixie Kong]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora