Capítulo 32: Un Plan de Retorno

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La noche había caído, y Diddy junto con Dixie ya tenían su bote casi listo para montarlo. Sabían el peligro al que se iban a exponer, pero era su única alternativa si querían regresar a casa lo más pronto posible. No podían esperar más en volver a poner sus pies sobre la Isla DK y ver de nuevo a todos sus amigos y familiares... Mucho menos iban a esperar tres largos meses en otra isla que, a pesar de que se habían encontrado con muchos conocidos allí, no se sentían del todo en casa.

Diddy y Dixie se dirigían de nuevo al refugio de animales, pues ya iba a ser la hora de la cena y los habían invitado.

—¿Le diremos al resto de animales que nos vamos? —preguntó Dixie mientras caminaba junto con Diddy.

—Quisiera decirles, pero de seguro nos van a detener.

—Tienes razón, y ellos son bastantes.

—O podríamos decirles en secreto a los del circo, ellos son más comprensivos —agregó Diddy antes de hacer una pausa—. No como ese señor gruñón.

—"A que no llegan a más de diez metros desde aquí hacia el mar" —lo imitó Dixie.

Los dos comenzaron a reírse al referirse a la actitud del profesor Pinky; habían decidido no tomarle mucha importancia a la oposición de él.

Minutos más tarde, llegaron donde los demás animales. Todos se encontraban reunidos en la mesa al igual que en ocasiones anteriores. Diddy y Dixie fueron a sentarse cerca de los animales del circo, ya que con ellos tenían algo más de confianza que con el resto. Mientras cenaban, estaban también conversando.

—¿Qué tal, monitos? —los saludó uno de los elefantes alegremente.

—Todo bien —respondió Dixie junto con Diddy mostrándose alegres—. Este día ha estado tranquilo.

—Los veo muy emocionados, ¿eh? —les dijo una cebra—. ¿Ha sucedido alguna novedad?

Diddy y Dixie se miraron sonrientes y se hicieron señas entre los dos para poder hablar.

—Verán, tenemos algo que decirles, pero... solo a ustedes —les dijo Diddy susurrando las últimas palabras.

—No vayan a decirle esto a nadie más —agregó Dixie de la misma forma.

—¿Qué cosa? —les preguntó uno de los tigres con curiosidad—. ¿Ya son novios?

—¡Oye! —susurró uno de los gorilas dándole un codazo al tigre—. ¡No seas imprudente!

Diddy y Dixie tan solo se miraron con cierta timidez, y luego se rieron mientras se sonrojaban un poco ante esa suposición.

—No, no es eso —respondió Diddy—. Lo que pasa es que... nos vamos a nuestra isla más tarde —agregó susurrando en la última frase.

Al instante, los animales los miraron casi de la misma forma que cuando les dijeron que los iban a sacar del circo o como si fueran un par de niños jugando a ser exploradores.

—¡¿Qué dicen?! ¡¿Se van a ir?!

—¿Están bromeando, cierto?

—No, es en serio, ya tenemos hasta un bote listo —afirmó Dixie—. Pero no les digan a los demás, o si no nos detendrán.

—¡Oigan, pero ¿y los huracanes y remolinos?! —replicaban los animales en voz baja.

—Lo sé, pero debemos regresar a nuestra isla lo más pronto que podamos —agregó Diddy.

—Pero se van a perder o les puede pasar algo malo, ¿ustedes se volvieron locos?

—No se preocupen, tenemos localizada a la Isla DK —reafirmó Dixie—. Y no se ven oleajes en el camino.

La Isla del Huracán [Diddy Kong x Dixie Kong]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora