Capítulo 27: Imprevistos en Mar Abierto

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Eran altas horas de la noche y, en medio del mar abierto, estaban Diddy y Dixie remando en el pequeño bote. Había pasado tal vez un par de horas; aún les quedaba un largo viaje que recorrer hasta llegar de vuelta a casa. Ambos estaban demasiado agotados, aparte de que unas frías corrientes de viento estaban presentándose alrededor y les hacía dar frío. Entre ratos, el mar también presentaba olas que hacían tambalear el bote de forma leve, pero lograban equilibrarlo con ayuda de los remos.

—¿No quieres descansar un rato mejor? —preguntó Diddy a Dixie mientras remaba ya todo agotado.

—Te iba a decir lo mismo —respondió Dixie de la misma forma.

Ambos subieron los remos al bote y por fin se tomaron un descanso; se habían pasado remando desde que salieron de la playa de la ciudad.

—¿Sabes? —dijo Dixie más tarde—. Estaba pensando... que si la vez que esos domadores me querían capturar lo hubieran conseguido, de seguro con Tiny y Kiddy fuéramos animales de circo otra vez... pero esta vez con esos espantosos maltratos.

—Ay, no, sería terrible —comentó Diddy—. Ese lugar era una completa prisión, no quisiera ni imaginar cómo los estarían tratando a ustedes... o quién sabe qué destino hubieran tenido.

—Lo bueno es que ahora esos malditos estarán en prisión y pagarán el daño que nos hicieron —agregó Dixie con una pequeña sonrisa de victoria, antes de bajar la mirada—. O al menos quiero pensar eso.

—Ojalá así sea, esos señores son unos monstruos con los animales... Rayos, aunque eso fue lo único que pudimos hacer contra ellos.

—Te juro que me hubiera gustado seguir dándoles una paliza más grande, pero... no se pudo hacer nada más —agregó Dixie antes de suspirar y bajar la mirada—. Pero al menos algo se pudo hacer... Tendré que contarle esto a Tiny, Kiddy y Chunky sí o sí.

—Aún no puedo creer que hayamos podido liberar a un montón de enormes animales de un circo —dijo Diddy luego de un rato—. Es decir, solo mira, estuvimos por pocos días y ya los sacamos a todos de ese lugar horrible... y fuiste tú quien dio la idea.

—Ni yo lo creo, solo había venido a buscarte a ti y terminamos dirigiendo una fuga masiva —respondió Dixie sonriendo un poco, antes de hacer una pausa—. Y espero en verdad que todos esos animales lleguen a un buen destino.

—Sí, ojalá lleguen a tierra firme o algún lugar más seguro.

Ambos sonreían mientras recordaban y hablaban sobre toda la misión de liberar a los animales del circo y el zoológico. Los ponía tristes también el recordar todas las cosas terribles que tuvieron que presenciar en ese lugar, así como también, se alegraban de haber rescatado a todos los animales de allí.

Pero luego de unos momentos, el tema del zoológico, el circo, la ciudad y los animales ya se estaba acabando, y comenzaron a haber ratos de silencio. De pronto, Diddy comenzó a recordar los últimos asuntos que habían antes de irse de la Isla DK; había cosas pendientes por hablar, y ahora estaba Dixie frente a él para hacerlo.

—Dixie... creo que... todo esto fue mi culpa —le dijo él con una expresión baja—. No debí haber salido al mar a esas horas de la noche... Perdón si hice que vinieras a buscarme y te pusieras en peligro también.

Dixie también comenzó a recordar las últimas cosas que habían pasado antes de haber ido a buscar a Diddy. Ya habían aclarado el asunto en el zoológico, pero ahora era un mejor momento para explicarlo bien... e incluso hacer las paces de verdad.

—Oye... no es tu culpa —le respondió Dixie con el mismo tono—. Es decir, tú solo quisiste salir un rato; esos domadores fueron los que te capturaron —hizo una pausa antes de continuar con lo que debía decir—. Y... lo siento, Diddy. Ya te dije, fue Jemky quien apareció en ese momento y me amenazó para que te dijera que ya no quería ser tu amiga, que eras un mono tonto y que yo salía con él. Sabes que yo no te hubiera dicho eso; eres mi mejor amigo. Y tendría que estar loca para haber andado de verdad con ese pelos incendiados.

La Isla del Huracán [Diddy Kong x Dixie Kong]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora