Diddy y Dixie se encontraban en la zona exterior, donde las personas los sacaban a ellos y al cuarteto en varias ocasiones. Ambos se encontraban de nuevo con unos caballetes pintando sobre unos lienzos. Dicha actividad era de las más frecuentes que les habían puesto a hacer y, al mismo tiempo, era la que más los relajaba.
—¿Somos todos nosotros? —le preguntó Diddy a Dixie al echarle un vistazo al lienzo de ella, quien tenía entre garabatos rápidos a unas representaciones de lo que eran la familia Kong en la Isla DK, incluidos ellos dos.
—Tú lo has dicho —respondió Dixie sonriendo.
—Al menos creo que representaste bien a Cranky —señaló Diddy con un tono de broma hacia la silueta dibujada de Cranky, la cual lo mostraba alzando su bastón y con una expresión de enojo.
Dixie emitió unas pequeñas risas y le dio un ligero empujón a Diddy de manera juguetona. De pronto, ambos miraron hacia dicho dibujo y no pudieron evitar imaginarse que en verdad estuviera pasando.
—Vamos a regresar a la isla... —dijo Dixie volviendo a sonreír un poco y con mayor confianza—. Esperemos que pueda salir todo bien.
—Sé que así será —respondió Diddy de la misma forma y luego mirando a Dixie—. Al menos espero que sí hayan visto las cartas que les mandamos. Y cuando ya regresemos, espero que todo vuelva a estar bien, y nosotros también.
Ambos se sonrieron por unos segundos, mientras Diddy tomaba con sutileza los cabellos de Dixie. De pronto, ella también colocó una mano en la mejilla de él, aunque a los pocos segundos, ambos se apartaron de inmediato, mientras tenían unas ligeras expresiones de sonrojos y se sonreían con algo de timidez.
—Eh, bueno... ¿y tú qué has pintado? —le preguntó Dixie aún tratando de disimular el sonrojo.
—Yo solo estaba tratando de hacer un auto de carreras —respondió Diddy mostrando su lienzo y desviando el tema también.
—Ahh, ¿no que ya nada que ver entre ustedes dos? —apareció Mandrew detrás de ellos de forma repentina y con un tono de picardía.
—Oigan, no. ¿De qué hablan? —le replicó Diddy molesto, pero luchando de nuevo para no sonrojarse—. Solo estábamos hablando.
El cuarteto también estaba pintando junto a ellos, aunque un poco más alejados.
—Por cierto, ¿ustedes qué han pintado esta vez? —les preguntó Melenky apareciendo también de sorpresa, mientras sostenía unas brochas en mano y le echaba un vistazo a los lienzos de Diddy y Dixie—. Nada mal. ¿Quieren ver los nuestros? El mío quedó genial.
—¿Qué hablas? Si está feo —le dijo Mandrew dirigiéndose hacia su lienzo—. El mío quedó mejor.
—Ay, sí. Si el tuyo también está feo —le dijo Jemky, quien también estaba pintando en su puesto—. No has visto cómo me quedó a mí.
Diddy y Dixie les echaron también un vistazo a las pinturas del cuarteto, las cuales solo tenían garabatos abstractos. Pero fuera de eso, ambos seguían extrañándose del comportamiento del cuarteto; hasta el momento, ellos se habían portado con normalidad, de hecho, Diddy los había visto así solo en el tiempo en que eran sus amigos. Incluso, durante esos días habían llegado a tolerarse con los cuatro, hasta llegar a poder compartir momentos con ellos. Obviamente, ninguno de los dos los iba a reconsiderar como unos amigos; Diddy incluso se los dejó en claro, pero al menos se encontraban en términos neutrales.
Todos continuaron pintando en sus respectivos lienzos. De pronto, alcanzaron a oír unos movimientos cerca de esa zona. Pensarían que se trataba de alguna de las personas, pero estas, al ser altas, ya se hubieran visto desde hace rato. De repente, dichos pasos resonaron justo detrás de ellos, y se voltearon a mirar qué era.
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La Isla del Huracán [Diddy Kong x Dixie Kong]
FanfictionDespués de su aventura con Donkey en contra del rey K. Rool, Diddy retomaría su vida normal en la Isla DK... excepto por tener que regresar a Kong Kollege, donde es atormentado por un cuarteto de niños bravucones. Por temor a las amenazas de ellos...