La Isla del Huracán [Diddy Kong x Dixie Kong]

Capítulo 90: Despedida al Amanecer

N/A: Capítulo extenso.

La madrugada había transcurrido, y todo parecía haber marchado bien. Diddy y Dixie se encontraban sumergidos en un profundo sueño, a la par que entre ratos se reacomodaban en sus respectivas camillas.

Más tarde, y llegando quizás a una fase de sueño ligero, un repentino ruido llegó hasta los oídos de Diddy, quien en un principio no le tomó importancia, antes de que sonara de nuevo. Diddy, con los ojos semiabiertos se volteó para poder acomodarse de nuevo, cuando de repente, alcanzó a oír unos pasos resonando en los pasillos de afuera, acompañados de unos murmullos. Diddy pensaría que eran las personas caminando por los pasillos... de no ser porque al mirar hacia las ventanas, se dio cuenta que el cielo aún estaba oscuro. Él se levantó de inmediato y, para mayor sorpresa, alcanzó a ver que la puerta de la habitación estaba ajustada. Como si no fuera suficiente, se volteó a mirar al resto de la habitación, y lo que vio terminó de dejarlo con sospechas: las camillas del cuarteto estaban todas vacías.

De pronto, Dixie estaba empezando a presentar movimientos de sueño ligero, a lo que Diddy se apresuró a llamarla moviéndole un brazo.

—Dixie —le susurró mientras miraba también hacia la puerta—. Despierta, despierta.

—Hmm... ¿Qué... ¿Qué sucede? —respondió Dixie tratando de abrir los ojos.

—¿Escuchas eso? —le volvió a susurrar Diddy.

Dixie, aún luchando por mantener los ojos abiertos y levantándose un poco, se detuvo a escuchar a Diddy y a lo que él mencionó.

—¿Qué cosa? —preguntó Dixie mientras se levantaba de forma forzosa.

De pronto, Dixie también alcanzó a oír ciertos pasos resonando por el pasillo. Luego, Diddy le señaló hacia la puerta y después hacia las camillas vacías del cuarteto, lo cual hizo que Dixie terminara de despertarse y reaccionara mejor. De inmediato, ella también se puso en alerta ante los extraños detalles que habían. Pensarían que a lo mejor las personas se llevaron al cuarteto para hacerle algún examen, pero era raro que fuera a esas horas.

Diddy le hizo señas a Dixie sobre ir a asomarse por la puerta a inspeccionar, a lo que ella asintió. Ambos se bajaron de las camillas y se dirigieron hacia la puerta, asomando tan solo sus cabezas para mirar hacia todos lados.

Al principio no se veía nada, sin embargo, los pasos seguían resonando... Cuando de pronto, unas siluetas pequeñas se dejaron ver en uno de los pasillos perpendiculares, y pertenecían a nadie más que a Jemky y compañía. Diddy y Dixie se miraron con caras de sospecha y luego volvieron a mirar hacia el cuarteto, quienes siguieron caminando a pasos rápidos por ese pasillo hasta perderse de vista.

—¿Qué están haciendo? —se preguntó Dixie con una mirada de sospecha—. ¿No estarán sonámbulos o algo así?

—No tengo idea. Pero algo me empieza a dar mala espina —dijo Diddy con una mirada de seriedad.

Ambos no sabían qué estarían haciendo los cuatro, ya que en ninguno de los días anteriores había sucedido que ellos se levantaran así tan de repente.

—Opino ir a espiarlos —susurró Diddy.

Dixie asintió, y luego ambos salieron de la habitación, ajustando la puerta con sigilo. Acto seguido, empezaron a caminar por ese pasillo, asegurándose de que no viniera nadie ni de hacer tanto ruido.

—Se fueron por allá —señaló Diddy hacia una dirección del siguiente pasillo.

Ambos continuaron siguiéndoles los pasos al cuarteto. Si bien nunca dejaron de estar atentos ante el comportamiento de los cuatro, tampoco querían pensar algo malo sobre ellos.