Un mes después aproximadamente...
—¡¿Qué?! —exclamó Diddy mientras sentía la circulación bajarle a los pies al momento que leyó una nota—. ¡No puede ser! ¡Donkey!
—¡Cielos santos! —exclamó Wrinkly mostrándose demasiado preocupada—. ¡¿Cómo pudo pasar eso?!
La familia Kong estaba reunida en la playa... aunque esta vez, se encontraban todos asustados y preocupados. Hace unas horas, Diddy y Dixie habían estado preocupados por Donkey, ya que era muy tarde y él aún no regresaba a casa, por lo que habían ido a buscarlo. Al llegar a la playa, tan solo se habían encontrado con una alarmante escena: una silla playera de Donkey hecha pedazos y varias huellas rodeándola y, como si no fuera poco, había una nota sobre los pedazos de la silla, la cual decía:
"Para la vientre amarillo y tierra andante familia Kong:
¡Arrrh! ¡Tenemos al grandote simio de Donkey!
Si lo quieren de regreso, perros con escorbuto, tendrán que entregar su tesoro de bananas!
Kapitán K. Rool"
Todos, en especial Diddy, se sentían demasiado preocupados ante lo que veían. Luego de tanto tiempo, no se imaginaban que otra vez se toparían con algo así, en especial con kremlings.
—Pensé que ya habíamos visto lo último de ese viejo bribón de K. Rool hace tiempo —comentó Wrinkly.
—Bueno, supongo que será mejor que le entreguemos las bananas, ¿o no? —agregó Cranky también preocupado.
—¡¿Qué?! ¿Qué dices? —exclamó Diddy mirándolo con rareza a Cranky—. ¿Después de todo lo que tuvimos que hacer para traerlas de vuelta la última vez? ¡Donkey se volverá loco si pierde las bananas de nuevo!
—¿No tienes mejores ideas, muchacho? —le protestó Cranky—. ¡¿Y qué hay de Donkey?!
—Tendremos que rescatarlo a él, obviamente —replicaron Diddy y Dixie de forma simultánea.
—Un momento —dijo Cranky mirándolo fijo—. ¿A qué te refieres con "tendremos"?
Toda la familia Kong se miraba los unos a los otros, sin cambiar sus caras de preocupación.
—No creo que puedan contar conmigo, amigos —dijo Funky dando unos pasos hacia atrás—. Yo no soy de aventuras, lo siento.
—Y yo creo que ya soy un poco mayor para ese tipo de cosas —agregó Wrinkly preocupada también.
—Y seguro yo tampoco lo haré —agregó Cranky mostrándose con cierta indecisión—. Ya no estoy en mis tiempos para enfrentarme a este tipo de eventos, mucho menos tratando con kremlings.
Todos los demás kongs murmuraban cosas similares, a excepción de Diddy y Dixie, quienes tan solo miraban a todos y releían la nota que K. Rool había dejado. De pronto, sin poder contener más la calma, Diddy alzó la mirada hacia todos, antes de hablar.
—¡Entonces iré yo! —exclamó Diddy con un tono de absoluta firmeza, ganándose unas miradas de asombro del resto—. Yo fui con Donkey en nuestra última aventura, así que yo iré por él ahora.
De inmediato, todos miraron a Diddy con varias expresiones a la vez: unos con rareza, mientras que otros con demasiada preocupación. De pronto, Cranky hasta empezó a emitir unas pequeñas risas.
—¿Tú? —le volvió a preguntar Cranky con una mirada de rareza—. Pero si tú solo eres... un monito de baja estatura, ¿cómo piensas que vas a ir en esa misión tú mismo? ¡Son los kremlings, muchacho!
—¿Qué dices? —exclamó Diddy sintiéndose algo ofendido por las palabras de Cranky—. ¡Claro que puedo ir!
—¡No le diga así! —salió Dixie a defenderlo—. Diddy puede ser tan capaz como un héroe, ¡claro que puede!
—¿Ustedes creen? —les volvió a recalcar Cranky—. ¿Creen ustedes que él va a poder enfrentarse a esos kremlings y todas sus trampas, todo por su cuenta él solo?
—¡Él no estará solo! —replicó Dixie saliendo a hablar con firmeza—. ¡Yo iré con él!
Todos, en especial Diddy, dirigieron sus miradas hacia Dixie de forma repentina e impactada.
—¡Oye, ¿qué dices?! —exclamó Diddy hacia ella, alterándose un poco—. ¡Enfrentarse a esos kremlings es peligroso, Dixie!
—¿Tienes miedo de ir, o no? —le preguntó Dixie con seriedad.
—¡Por supuesto que no! —respondió Diddy con firmeza.
—Bien, yo tampoco —replicó Dixie—. No trates de contradecirlo, si tú vas, yo iré contigo.
Diddy se quedó quieto un rato, mientras Dixie seguía mirándolo fijo y con una actitud de firmeza igual a la de él en cuanto emprender el rescate de Donkey. Después de todo, él parecía ser la única esperanza de Donkey en ese momento, y Dixie su única compañía dispuesta en ayudarlo. Aun si no podía negar que temía en que algo pudiera sucederle a cualquiera de los dos, tampoco podía dejar pasar tanto tiempo, así que, luego de pensarlo más, hizo un gesto de asentimiento positivo hacia Dixie, recibiendo una ligera pero firme sonrisa por parte de ella.
—Entonces iremos... —dijo Diddy mostrándose con toda seguridad junto con Dixie.
Los demás kongs se mostraban mucho más preocupados, pero a la vez asombrados de la actitud de ambos.
—Bien, entonces... adelante —les dijo Cranky suspirando y encogiéndose de hombros—. Veamos qué tan capaces serán ustedes dos frente a esas lagartijas de los kremlings. Y tan solo espero en que regresen otra vez sanos y salvos, y traigan de vuelta a ese perezoso de Donkey con ustedes.
—Lo traeremos de vuelta, ya verán —dijo Diddy con firmeza, a la vez que Dixie se unía a él, y ambos asentían como seña de seguridad.
Los demás kongs, sin poder detenerlos, tan solo les daban apoyo moral y ánimos en la aventura que estaban a punto de emprender. Wrinkly les daba unas cálidas sonrisas y gestos de apoyo como si fuera una madre. Funky, Lanky y Swanky chocaban las manos con ellos como gesto de apoyo. Candy también se apresuró a darles apoyo, a la vez que rogaba que Donkey estuviera bien. Tiny, Kiddy y Chunky, por su parte, se mostraban bastante preocupados, pero querían confiar en Dixie y Diddy, en que saldría todo bien al ya haberlos visto sobrevivir juntos.
Luego, la joven pareja de kongs procedió a empezar a alistar todo para emprender su aventura. Aun sabiendo que iban a adentrarse en riesgos, no dejaban de mantener su actitud firme en ir en búsqueda de Donkey y poder traerlo de vuelta y, estando los dos juntos en ello, no tendrían tanto que temer...
*FIN... Continúa en Diddy's Kong Quest...
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N/A: Ahora sí... :3 Gracias por leer.
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La Isla del Huracán [Diddy Kong x Dixie Kong]
FanfictionDespués de su aventura con Donkey en contra del rey K. Rool, Diddy retomaría su vida normal en la Isla DK... excepto por tener que regresar a Kong Kollege, donde es atormentado por un cuarteto de niños bravucones. Por temor a las amenazas de ellos...