En horas de la media tarde, Diddy y Dixie estaban dirigiéndose a la casa de su grupo de... ¿amigos? Ambos habían decidido que en definitiva ya no irían con ellos a la Isla DK... ni tampoco pensaban seguir siendo sus amigos por las malas actitudes que habían tenido ellos con los dos.
Pasaron también por donde estaba el barco, el cual ya estaba todo listo, y se detuvieron a observarlo con detalle. Pero a su vez, un sentimiento de indecisión se estaba generando en los dos: habían trabajado bastante en aquel barco hasta llegar a cansarse; desistir de ir en él significaba también haber desperdiciado días enteros de esfuerzo.
—¿No te da lástima o algo así? —preguntó Diddy mientras tocaba las paredes del barco.
—Tal vez un poco —respondió Dixie cruzando los brazos—. Pero luego recuerdo que esto lo construimos con unos falsos y se me pasa por completo.
—Siento que tiramos a la basura cientos de horas de trabajo —agregó Diddy aún observando el barco—. Aunque el viaje sería emocionante si ellos se hubieran portado mejor con nosotros.
Luego, continuaron con su camino y se dirigieron hasta la casa del cuarteto. Pero antes, debían planificar cómo les dirían eso de la mejor manera sin que los cuatro fueran a reaccionar mal, además de que tenían que prepararse para verlos de nuevo, ya que los últimos encuentros con ellos no habían sido tan agradables.
—Tú les hablas primero —susurró Diddy estando a punto de subir a la casa.
—¡No, no, quedamos en que ambos les hablaremos! —replicó Dixie en voz baja.
Los dos subieron hasta llegar a la puerta de la casa. Sería un encuentro un tanto incómodo, y al menos esperaban que todo se diera con calma y los cuatro se lo tomaran de la mejor forma que pudieran.
Iban a tocar la puerta, cuando de pronto... alcanzaron a oír unas voces adicionales dentro junto con los cuatro. Al parecer, estaban hablando con algunos de los demás niños kongs de la manada... De hecho, se oía cómo se reían a carcajadas. Diddy y Dixie alcanzaron a oír ciertas palabras que atraparon su atención, por lo que les entró la curiosidad de saber qué hablaban. Ambos se hicieron señas de hacer silencio, y luego se colocaron con las orejas pegadas a la puerta para poder escuchar mejor.
—En serio no los soporto, son unos ridículos —se le escuchó hablar a Ricky.
—Exacto, ellos dos creen que se ven bien juntos —agregó Mandy en un tono burlón—. Pero no, son patéticos.
Diddy y Dixie se miraron con una expresión de seriedad ante lo que oyeron; era casi del todo probable que se estaban refiriendo a ellos dos. Además, escuchaban como el resto de niños se reían con cada frase que decían los cuatro.
—Ojalá algún día se engañen, se peleen ¡y terminen! —dijo Jenny en un tono de disgusto—. Es que Dixie también es muy tonta, debería tener mejores novios; solo anda detrás de su noviecito estúpido ese que tiene.
—Sí, y ese Diddy es otro quedado —agregó Melvyn en el mismo tono—. Para él solo existe Dixie, no conoce más niñas mejores que Dixie. "Ay, no, déjennos ser felices a Dixie y a mí" —dijo imitándolo y haciendo que el resto de niños kongs se echara a reír.
Diddy y Dixie se quedaron indignados por completo ahora. En efecto, el grupo estaba hablando de ellos. Ambos estaban tan enfurecidos que los consumían las ganas de entrar de golpe a la casa y confrontarlos, pero querían mantenerse todavía escuchando a descubrir qué más hablaban de ellos.
—"Me llamo Diddy, y soy un comehojas" —lo imitó Ricky con exageración—. "Prefiero comerme un árbol entero antes que besar otra niña que no sea mi noviecita Dixie porque siento que le estoy poniendo cuernitos".
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La Isla del Huracán [Diddy Kong x Dixie Kong]
FanfictionDespués de su aventura con Donkey en contra del rey K. Rool, Diddy retomaría su vida normal en la Isla DK... excepto por tener que regresar a Kong Kollege, donde es atormentado por un cuarteto de niños bravucones. Por temor a las amenazas de ellos...