La Isla del Huracán [Diddy Kong x Dixie Kong]

Capítulo 28: De Regreso... ¿a Casa?

N/A: Llevamos apenas la cuarta parte de la historia. Comienza una nueva fase aquí...

En una playa desierta, y a altas horas de la madrugada, varias olas chocaban con fuerza entre sí, al mismo tiempo que iban hacia el mar abierto y regresaban a la arena. Transcurrieron varias olas después, cuando de pronto, un pequeño mono con gorra y playera roja, aparentemente inconsciente, fue arrastrado por las olas hacia la arena firme. Minutos más tarde, el mono tumbado en la arena, comenzó a abrir los ojos antes de que otra pequeña ola le pasara por encima y lo despertara de golpe. Él comenzó a toser repetidas veces hasta reponerse por completo. De pronto, recuperó todo los sentidos y se detuvo a observar mejor dónde estaba; era claro que se encontraba en una isla. Estuvo a punto de sonreír por haber sobrevivido a aquella tormenta y llegar a tierra firme... hasta que se percató de que alguien más faltaba en escena.

—¡Dixie! —exclamó Diddy con pánico al ver que ella no estaba presente—. ¡Ay, no, no, no!

Diddy se movilizó con desesperación alrededor de la orilla del mar mientras trataba de localizar a Dixie y gritaba su nombre. Hasta que pasó un par de minutos después, cuando las olas venían arrastrando a una pequeña chimpancé de cabello rubio y prendas rosadas. Diddy, suspirando de alivio, corrió y nadó de inmediato hacia ella y la trajo hacia la arena. Ella estaba también inconsciente, hasta que poco a poco abría los ojos y comenzó a toser.

—¡¿Estás bien, Dixie?! —le preguntó mientras la sostenía sobre la arena.

—Sí... pero... —respondió ella con dificultad, empezando a levantarse—. ¿Qué pasó?... ¿Ya llegamos?

Diddy miró hacia todos lados. El lugar donde se encontraban daba el aspecto de ser una isla, así que se aferró a la idea de que se encontrarían en una playa de la Isla DK.

—Bueno... supongo que sí. Creo recordar esta playa —dijo Diddy con una sonrisa forzada—. ¡Ah, sí! Claro que la recuerdo, creo que a esta playa solíamos venir, ¿lo recuerdas?

Dixie recuperó los sentidos por completo y se levantó a inspeccionar... Pero al observar el entorno con detenimiento, pudo percatarse de algo no tan bueno.

—Diddy... —dijo Dixie en voz baja mientras observaba con claridad por todos lados—. Esta no es la Isla DK.

—¿Qué dices? Por supuesto que esta es la Isla DK —respondió Diddy ignorando la suposición de Dixie—. Mira, hay playas... y esas palmeras con cocos... Ah, y mira todo ese montón de árboles. Es claro que esas cosas son de la Isla DK.

Dixie le lanzó una mirada de extrañeza. Luego, se dirigió hacia uno de los árboles más altos que estaban a la vista y, acto seguido, empezó a trepar hasta arriba. Diddy fue a seguirla y también subió. Al llegar a la cima, solo vieron una masiva cantidad de árboles, el resto de la extensa playa, además de unas interminables colinas... No vieron ningún rastro particular de la Isla DK, aparte de que estaba casi todo oscuro debido a la noche.

—Ehh... bueno, la Isla DK también tenía lugares así y... tal vez estemos en otra zona.

Ambos se quedaron mirando a todo su alrededor... lo cual estaba oscuro y sin señales de mostrar dónde estaban con exactitud.

—¡Ay, no, no, Diddy! ¡Nos perdimos, date cuenta! —exclamó Dixie empezando a desesperarse—. ¡E-esa tormenta nos arrastró, nuestro bote se perdió, aterrizamos en este lugar desconocido y no se ve ningún rastro de la Isla DK!

—¡Ay, sí lo sé! Solo intentaba ser positivo —respondió Diddy, antes de detenerse a observar otra vez todo alrededor—. Pero no te preocupes, seguro encontraremos la forma de salir de aquí... No creo que estemos tan lejos, llevábamos mucho tiempo viajando en ese bote.