-¿Por que?-se pregunto Pete en voz baja mientras se acurrucaba en las sábanas.
-¿Mh? ¿Pasa algo?- pregunto Vegas terminando de ponerse un pantalón.
-Nada- dijo sin moverse.
-Bueno.. iré a comprar algo de cenar, espera aquí- tomo su camisa para abotonarla.
-No- se dio la vuelta de golpe- Ya me voy, solo vine a esto y fue todo- miro alrededor para tomar su ropa rápidamente.
-¿Cual es la prisa?- pregunto tomando sus llaves- Solo quédate ahí acostado ¿Qué quieres de cenar?-
-No quiero nada de ti- se coloco su ropa nuevamente con rapidez- Solo nos vamos a ver para esto.. es sexo y ya, no hay amabilidad, ni cariños, ni palabras bonitas, mucho menos eso de cenar juntos... ya lo hicimos, nos quitamos las ganas y ya me voy-
-Pete... cálmate- intento detenerlo cuando camino hasta la puerta- Te ves alterado.. no vas a conducir así-
-Déjame- abrió la puerta- Ya había dejado esto claro, y no vuelvas a decirme cursilerías como esas- salió rápidamente del lugar.
-Mhh.. negación- dijo Vegas suspirando- No se quejó mientras lo hacíamos ni cuando terminamos-
Pete llegó casi corriendo hasta el auto, quito la alarma y subió encendiéndolo de inmediato, conduciendo sin rumbo, solo con la idea de alejarse de ahí inmediatamente.
-Eres un estúpido- se regaño a si mismo cuando por fin se detuvo en medio de la nada- ¿Por que te pones así? Es un don nadie, no debe afectarte- reviso su reflejo en el espejo retrovisor.
Podía notar su expresión afligida y los ojos llorosos, sin una razón suficiente, era una tontería absoluta, algo que seguramente solo paso por el calor del momento. Y es que lo que comenzó como un segundo encuentro intenso y caliente entre ellos, en algún punto paso a ser mas personal e intimo, las caricias mas suaves, preguntas constantes sobre si lo disfrutaba, disminuyendo las frases subidas de tono y cambiando los besos agresivos por unos mas delicados.
Reviso su cuello y hombros en la cámara de su teléfono, había un par de marcas pero nada comparado con las de la primera vez, definitivamente Vegas había sido mas cauteloso. Todo eso no habría importado, Pete podía pasarlo desapercibido sin problemas, sin embargo al terminar Vegas se había quedado abrazado a su espalda, dando ligeras caricias en su cintura mientras le decía un par de cumplidos al oído, palabras dulces, tiernas, cálidas, diciéndole detalles como donde tenia lunares en su cuerpo, una pequeña marca de nacimiento en su espalda baja, el largo de sus pestañas y como su nariz se respingaba en la punta.
Y le gustó, claro que le gusto acurrucarse con él y escuchar todo ese montón de palabras lindas, pero el golpe de realidad le llego un minuto después, ellos no son nada, no debe caer ante ese tipo de cursilerías, aunque el fondo sabe que quiere intentarlo, al mismo tiempo tiene miedo. Porque si le gusta demasiado, si llega a querer algo de verdad con este chico, su padre nunca lo permitiría, por eso no debe ceder ni ilusionarse, esa era su conclusión.
-Pero... fue tan lindo.. incluso su voz se escuchaba tan dulce- se recargo en el volante dejando salir algo de lagrimas- No Pete, no puede gustarte, ni siquiera lo conoces realmente...-
Se tomo unos minutos para relajarse, respirando profundo y buscando dejar de llorar; su teléfono sonó de pronto y se alarmó al ver el nombre en la pantalla, seguido de la hora.
-¿En donde estas?- le pregunto su padre cuando respondió.
-Mh.. tuve algo de tarea- dijo aclarando su garganta.
-¿A esta hora? No nací ayer Pete... te quiero en casa ya, no me importa que tan bien te la estés pasando- dijo firme antes de colgar.
-No puede verme así.. me llenara de preguntas- suspiro y reviso su mochila, sacando algo de maquillaje para arreglar su rostro, sus ojos estaban algo hinchados, intentaría disimular.
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Don't fight the feelings (AU)
SonstigesPete es hijo de un adinerado empresario, con una familia bien posicionada generación tras generación. Tiene una vida de llena de facilidades, comodidades y privilegios, incluyendo cosas materiales de todo tipo, con un par de amistades sinceras que h...