-No puedo creer que termines tan rápido- dijo Tay revisando las hojas que le entregó su hijo mayor.
-Soy inteligente papi, aprendo rápido y...- dejó de hablar y se sostuvo de la silla frente a él.
-¿Qué? ¿Te duele?- preguntó al verlo con los ojos cerrados y respirando profundo.
-Si- asintió- Son... más fuertes- sostuvo la parte baja de su vientre.
-Bien, sigue respirando, iré arriba por tu maleta y nos vamos al hospital- dijo saliendo de la oficina en casa.
Macau se encontraba en su última clase del día, tuvo suerte de acomodar su horario continuo, sin tiempos muertos, así tenia toda la tarde para ayudarle a su padre, esa fue la orden de su abuelo, ayudar a Pete con cosas de la empresa, a cambio recibía un sueldo básico, lo aumentaron un par de meses después, cuando le asignaron otro tipo de actividades.
-Ya casi llego papá, sé paciente- respondió cuando encendió el auto.
-No, Tay me acaba de llamar, ve al hospital, te alcanzo ahí- dijo Pete al teléfono antes de colgar.
No tuvo que pensarlo ni un segundo, Macau se dirigió al hospital donde hacían las revisiones de Micky y su bebé, estacionando sin prestar mucha atención en que lugar, entre tantos autos más, ya lo encontraría con la alarma después.
Llegó corriendo a la recepción de urgencias, pidiendo información algo alterado, lo enviaron al pasillo rumbo a los quirófanos, había una sala de espera, donde encontró a los padres de su novio y su papá Pete.
-¿Qué pasó? ¿Esta bien?- preguntó asustado.
-Descuida, comenzó a tener dolor y lo traje, según el medico era mejor hacer la cesárea lo más pronto posible- explicó Tay- Confío en que todo saldrá bien-
Macau tuvo que tomar asiento, esperar era horrible, no sabía lo que sucedía ahí dentro, minutos después llegó Vegas a integrarse con ellos. Perdieron la noción del tiempo, trataban de no ver el reloj porque parecía ir lento, sin embargo, la luz de la puerta se apagó, notificando qué el quirófano ya no estaba en uso. Salió un médico a dar información, todo estaba bien y llevarían al joven a la habitación, mientras el pequeño era revisado por un pediatra.
Todos fueron a esperarlo a la habitación designada, guiados por Tay, ahí tenían su maleta en color amarillo con blanco y estampados de estrellas, incluyendo todo lo necesario. Macau se movía desesperado dentro de la habitación, hasta que por fin llevaron a su novio, notando su mueca de dolor cuando lo pasaron a la cama de hospital.
-¿Como te sientes, mi amor?- preguntó acercándose.
-Cansado, como si me hubiera pasado un auto encima- respondió cerrando sus ojos- Macau, lo siento-
-¿Por que?- lo miró preocupado.
-Nuestro bebé está precioso, creo que vas a sufrir mucho como padre, estoy seguro de que mi pequeño será encantador- dijo con una sonrisa.
-No te preocupes, ya me encargaré de tenerlo bien vigilado- besó su mejilla- ¿Cómo es?-
-Es precioso, pequeño, pero con unas mejillas rosas y muy rellenas, tiene un lunar como el tuyo en la oreja- acarició la zona- Ya quiero que lo traigan para cargarlo bien y que todos lo conozcan-
Momentos después entro a la habitación una enfermera con su pequeño en brazos y una primer dosis de formula, envuelto en una manta del hospital.
-Mira eso- dijo el menor- Tienes un gran apetito mi cielo- sostenía el biberón mientras escuchaba como succionaba la leche- Es muy lindo ¿Verdad..?- giró su vista hacia su novio- Macau-
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Don't fight the feelings (AU)
RandomPete es hijo de un adinerado empresario, con una familia bien posicionada generación tras generación. Tiene una vida de llena de facilidades, comodidades y privilegios, incluyendo cosas materiales de todo tipo, con un par de amistades sinceras que h...