-Pete...- lo llamó su amigo mientras estaban sentados en una mesa afuera de la cafetería de su facultad.
-¿Que?- preguntó distraído revisando su aplicación de inversión.
-No sé si es mi imaginación pero estos días, la gente te observa- comentó en voz baja.
-Para lo que me importa, pueden verme todo lo que quieran... Sé que soy demasiado lindo- respondió con gracia.
-No creo que sea por eso- notó a dos chicas que los señalaban y murmuraban cosas entre ellas.
-Tay... no le hagas caso a los demás, no podemos vivir de su opinión- respondió dejando su teléfono por la paz- Mejor explícame como sé si mi inversión esta dando frutos-
-Tampoco sé de eso.. hace unos días decidí retirar mi dinero del banco, empecé a ver números negativos y no me gustó- comentó relajado.
-Mhh... No puedo hacer eso, mi dinero esta invertido en la empresa, casi siempre veo el mismo número, pero no sé como interpretarlo- suspiró.
-¿Tu novio no sabe?- preguntó.
-No le he preguntado... tienes razón, soy un tonto. Él debe entender como funcionan estas cosas- rodó los ojos.
Terminaron de beber sus respectivas bebidas antes de revisar la hora y regresar a su salón de clases, Pete aprovecharía para dormir un poco. A pesar de que su sueño era profundo por las noches, la verdad es que se sentía cansado al levantarse, según lo que investigó, era normal, su bebé ahora necesitaba más de todo, dejándolo cansado, con mucha hambre y un poco de incomodidades en ciertas posturas.
-¿Que papá? Casi voy a casa...- Pete respondió su teléfono llegando al auto acompañado de su amigo- Si, sólo llevaré a Tay y directo a casa- colgó la llamada.
-¿Está molesto?- preguntó subiendo al asiento de copiloto.
-No lo sé.. sonaba tenso, quizás es algo de la empresa- colocó su cinturón y encendió el auto.
Condujo por la ciudad, dejando a su amigo en casa y volviendo con prisa a la propia. Estacionó su auto, entrando a su hogar y subiendo primero a dejar sus cosas, además de ponerse ropa más cómoda. Bajó a la cocina en espera de encontrar a su padre ahí, sin embargo le informaron que lo esperaba en su oficina.
-¿Papi?- preguntó tocando la puerta y abriéndola después, Pete no recordaba la última vez que sintió esa tensión en la oficina de su padre, ni cuando discutieron el embarazo se sentía así de inquieto.
-Siéntate- le hizo una señal hacia el otro sofá.
-¿Hice algo malo? No he comprado nada con la tarjeta de crédito- dijo con prisa.
-No es por eso Pete- suspiró mirándolo- Me llamaron de la universidad-
-Las clases ya terminaron, solo salí por una malteada, no pensé que el profesor en serio llegaría a la media hora, mis calificaciones incluso están en la plataforma reportadas, puedo mostrártelas- sacó su teléfono.
-Pete.. no es eso-dijo nuevamente.
-¿Entonces?- se relajó un poco guardando el aparato nuevamente.
-Al parecer.. hubo un reporte... sobre ti, sobre como tener un estudiante en cinta.. puede dañar la reputación de la universidad- comentó con una clara tensión en su voz.
-¿Qué? Es una tontería.. no soy el único que espera un bebé mientras estudia ahí- se quejó.
-Intenté alegar eso pero... entonces me preguntaron... si estabas casado o comprometido- dijo despacio.
ESTÁS LEYENDO
Don't fight the feelings (AU)
RandomPete es hijo de un adinerado empresario, con una familia bien posicionada generación tras generación. Tiene una vida de llena de facilidades, comodidades y privilegios, incluyendo cosas materiales de todo tipo, con un par de amistades sinceras que h...