CAPITULO 67

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-Vegas...- lo llamó Pete un domingo mientras desayunaban ellos dos solos- ¿Hablaste con tu madre?-

-¿De qué?- preguntó confundido.

-Te dije que le está poniendo talco a Macau cuando le cambia el pañal, pero llamé al doctor y me dijo que con la crema qué le pongo es suficiente, ya no recomienda el talco- explicó.

-Pete no exageres, yo no veo que Macau tenga alguna alergia ni nada, solo déjala, únicamente lo hace cuando tienes clase, no todo el tiempo- comentó quitándole importancia.

-Pero Vegas, me siento más tranquilo si seguimos un mismo método..- volvió a hablar.

-Pete, si tanto te incomoda, pídele qué deje de hacerlo cuando lo cuida- regresó su atención al plato- Es innecesario qué me lo digas a mí-

-Te lo digo porque tu puedes hablar con ella mejor, tienes confianza- soltó un suspiro.

-Llevamos un mes ya aquí y aún no puedes hablar bien con ella ¿Por qué? Mi madre se esfuerza por ayudar y cuidar de todos- dirigió su mirada hacia su pareja.

-Sé que se esfuerza, claro que sí y lo agradezco Vegas, pero... es que cambia detalles de la rutina de Macau, no me gusta y al mismo tiempo no sé como decirle eso, no quiero que se moleste- admitió algo apenado.

-Mhh.. bien, le diré lo del talco- dejó la cuchara en el plato a medio comer- Voy arriba-

-Espera, no terminaste- comentó viendo el plato- No te enojes, regresa a comer conmigo, nunca comemos juntos-

-Ya no tengo hambre, además, debo avanzar unas cosas del trabajo- se detuvo en la salida de la cocina- Cenamos juntos todos los días Pete, no me hagas ver como qué te  tengo abandonado-

Pete soltó otro suspiro, pasando su mirada al portabebés donde Macau dormía plácidamente. Recogió los platos de ambos y los llevó a la tarja para lavarlos, o al menos eso intentó, aunque seguía viendo manchas extrañas después de enjuagarlos.

Cargó al pequeño y lo llevó escaleras arriba, hasta la habitación, encontrando a Vegas con su computadora en el escritorio.

-¿Estás cansado?- preguntó dejando a Macau en el centro de la cama- Deberías tener sales para el baño, sabes que la lavanda me relaja, podría funcionarte- se acercó por detrás hasta rodear sus hombros con sus brazos- O podemos.. hacer algo más para el estrés- besó su cuello.

-Ahora no, Pete- le dijo con suavidad- Debo concentrarme cariño ¿Sí?- se giró un poco para acariciar su mejilla- Nos pondremos cariñosos más tarde-

Regresó a la cama, algo decepcionado debía admitir, para acostarse con su pequeño, podía escuchar el sonido de las teclas en la computadora de Vegas, asi como algunos murmullos, en señal de que hablaba consigo mismo. Terminó cayendo en una siesta acompañando a su hijo.

-Pete- despertó con el movimiento de su hombro- Vamos a comer, levántate-

-¿Mh? ¿Y Macau?- preguntó abriendo los ojos y encontrando la cama vacía.

-Con mis padres, abajo, parecías cansado así que se lo llevaron para que durmieras- lo ayudó a levantarse para después abrazarlo por la cintura.

-No me gusta eso, debes decirme si se despertó- se quejó soltandose del agarre.

-¿Por qué no te gusta? Están tratando de ayudarte- rodó los ojos.

-Lo sé, pero Macau es mi hijo, yo puedo levantarme de la siesta si es necesario, no me gusta parecer un aprovechado de tus padres- fue al baño rápidamente a hacer sus necesidades y lavar su rostro.

Don't fight the feelings (AU)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora