De todas las criaturas que habitan la Tierra, el Ser Humano es, con certeza, una de las más diversas; no sólo en su apariencia, sino en sus capacidades cognitivas. Cada individuo interpreta de forma única el mundo que lo rodea; lo que para uno resulta despreciable, para otro es digno de admiración.
En este caso en particular, aquello sobre lo que Lilit y el torbellino rojo podían descargar su violencia, para Muriel era un ejemplo de la belleza de la Naturaleza.
Si bien no comprendían aquella admiración, Aziraphale y Crowley disfrutaban ser testigos del sentimiento de curiosidad y asombro que esas palomas generaban en el ángel.
—No sé qué tienen de especial...
—Las palomas son símbolo de paz...
—Sí; las blancas... Estas son grises, y piojosas...
—...¿Hacen esto todos los días?
—...Básicamente... Un día le quise enseñar un poco del mundo exterior, y desde entonces no deja de molestar para que la acompañe al parque... Si no me aparezco en la librería, es capaz de aparecerse afuera del Bentley, donde quiera que esté, para obligarme a venir... Es como un cachorro inquieto...
—Aw...
—¡No me mires así! ¡No es algo que disfrute! ¡Es... tedioso!
—...¿Qué hacen? Los... humanos pequeños, con las palomas... Están... ¡¿lastimándolas?! ¡¿Por qué harían eso?!
—¡Santos Cielos! Los niños pueden ser muy crueles... No entienden lo que hacen...
—...Alguien debería explicarles...
—¡Muriel!
Lilit comprueba que la paloma que acababa de derribar estuviera muerta. Se sentía culpable, pero no lo iba a admitir frente a su nueva amiga.
—...Le dí en la cabeza...
—¡Impresionante!
—¡Oigan, pequeñas! ¡Eso no está bien! ¡Es horrible!
—¡¿Y qué, señora?! ¡Estamos jugando!
—Están lastimando a esas criaturas... ¡Son seres vivos, como ustedes! ¡No sean... crueles!
—Muriel, son niñas... No seas tan dura con ellas...
—¡Eso no es ser "dura"! ¡No creo que tenga la capacidad de ser una persona dura!
—¿Cómo es tu nombre? —volteó Aziraphale a la pelirroja.
—...Eva.
—...¿Eva? Seguro eres una niña desobediente... ¿Y tú?
—Lilit.
—Peor aún... —murmuró Crowley.
—Yo ya me voy, si no les importa... Este parque está lleno de adultos aburridos...
—...Espero tus padres sepan la clase de cosas que haces...
Eva miró fijamente al ángel, y replicó:
—...Lo saben muy bien...
—...Qué bueno...
Al corresponderle la mirada, pudo percatarse de que los ojos de la niña eran dorados, y como los de los gatos; similares a los de una serpiente.

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𝑮𝒐𝒐𝒅 𝑶𝒎𝒆𝒏𝒔: "𝐿𝑎 𝑆𝑒𝑔𝑢𝑛𝑑𝑎 𝑉𝑒𝑛𝑖𝑑𝑎"
FanfictionEl final de la segunda temporada nos deja a la espera de otra amenaza que llega desde el Cielo: la Segunda Venida de Cristo. Aziraphale deberá decidir, definitivamente, a qué bando se unirá; mientras tanto, Crowley intenta sobrevivir a un corazón ro...